Al estilo de Rosaura a las diez, la historia de las negociaciones del Presupuesto es distinta según quien la cuente. Como la obra de Marco Denevi, macristas, kirchneristas y telermanistas tienen su versión de las movidas de sus adversarios. Todas coinciden en que el Presupuesto que añoraba el jefe Mauricio Macri se destrabó en un encuentro que tuvieron ayer por la mañana los jefes de los bloques y el futuro ministro de Hacienda, Néstor Grindetti. Allí se implementaron las modificaciones que pedía el bloque K, y todos tuvieron lo que querían.

La discusión sobre el endeudamiento por 1600 millones de pesos comenzó apenas Grindetti puso un pie en la Legislatura. “Mirá que esto no te lo vamos a aprobar ni nosotros ni la Coalición Cívica”, lo atajó el titular de la Comisión de Presupuesto, el kirchnerista Juan Manuel Olmos.

El viernes pasado, el bloque K se reunió en el departamento de una de las diputadas. Allí preparó un cóctel de restricciones al manejo de los fondos que tendrá Macri. Incluía desde la aprobación legislativa de los fondos hasta la formación de una comisión de seguimiento presidida por la oposición. “Era para que nos dijeran que no”, se sinceró ante Página/12 un dirigente K. Los macristas les hicieron una contrapropuesta, que eliminaba la ratificación parlamentaria y la cuenta especial para el fondo. No hubo acuerdo y la situación seguía trabada el martes a la noche.

Ayer por la mañana tuvieron un encuentro, del que participaron Grindetti, con Kravetz y Olmos por el kirchnerismo; Santiago de Estrada, Diego Santilli, Martín Borrelli y Alvaro González, por el macrismo, y Alejandro Rabinovich por el telermanismo. Allí los macristas aceptaron los últimos puntos del proyecto kirchnerista. “Ahí nos quedamos sin excusas”, sostuvo uno de los negociadores K. “Supongo que no querían que la tapa del diario fuera: ‘Fracasó el Presupuesto’. Preferían que la decisión de endeudarse fuera por consenso”, estimaba el dirigente K.

La historia cambia, claro está, si la cuenta un macrista. Mientras negociaban con el kirchnerismo, Santilli llegó a un acuerdo con la CC, con los que tenían un número suficiente para conseguir la aprobación. “A los kirchneristas no les quedaba otra que votarla”, sostenían desde las filas del empresario. Sin embargo, admiten que preferían sacar el Presupuesto por consenso. En la CC, de todas formas, dejaron en claro que van a votar en contra de algunos puntos: sobre todo, los superpoderes que tendrá Macri para manejar el 5 por ciento del Presupuesto.

Por su parte, los legisladores del bloque de Telerman tenían su propia teoría de por qué se llegó a un acuerdo: “Los macristas no querían a Aníbal Ibarra (que asume el viernes como diputado) sentado cuando se discutiera este Presupuesto. Prefirieron tener una ley aparte con el fondo antes que tenerlo a Ibarra ganando prensa”.