“Antes decían que eran ñoquis, ahora dicen que las tareas no son necesarias”, advirtió Eduardo López, el secretario gremial de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Ayer, los contratados despedidos entregaron una nota dirigida al ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, pidiéndole volver a cumplir sus funciones “tal como lo dice el fallo de jueza Elena Liberatori”. El ministro nunca los recibió y todavía nadie les asignó ninguna tarea. De continuar así, anunciaron que el lunes van a volver a la Justicia para denunciar “el incumplimiento de la medida”. También realizaron una presentación en la Defensoría del Pueblo de la ciudad con un informe de gestión y un listado de 105 escuelas con instalaciones de gas “en peligro” que requieren reparación “urgente”.

Después de un intento fallido de ingresar a sus oficinas el martes y tras dos días cumpliendo las siete horas de trabajo, los contratados del área de Infraestructura Escolar se dividieron en comisiones para reordenar la documentación que había quedado pendiente antes del 31 de diciembre. Aunque siguen sin el saludo de sus compañeros cuentan que el clima “es mejor” y que trataron de ocupar su tiempo en algo productivo, pese a que no les restablecieron oficialmente sus herramientas de trabajo. Pueden usar algunas líneas telefónicas y las computadoras bloqueadas gracias a la colaboración de sus compañeros de mantenimiento y sistemas y no por una decisión directa de las autoridades.

En Educación afirmaron que el número de trabajadores que volvió al quinto piso del edificio de Paseo Colón 255 no supera los 20 cuando en total eran 67 los contratados, tratando de alimentar la hipótesis del municipal- ñoqui. Pero muchos de esos empleados –y lo mismo sucede en otras reparticiones– ya están buscando otro trabajo porque desconfían de una resolución favorable del conflicto en el mediano plazo. A otros sus jefes les pidieron que no vuelvan a trabajar bajo la promesa de reincorporarlos más adelante en otra área.

“No sé si alguna vez le llegó a Macri qué hacemos nosotros”, arriesgó una abogada del área que, en diálogo con Página/12, recordó los conflictos que tuvo la gestión Telerman el invierno pasado cuando salieron a la luz los problemas con el suministro de gas en las escuelas. “En esta época del año es cuando más trabajo hay porque no hay clases y se pueden hacer las reparaciones necesarias”, explicó. Los pocos funcionarios que aceptaron hablar con ellos les dijeron que “todos los temas” los tienen que hablar con Andrés Ibarra, el subsecretario de Gestión Económico Financiera y Administración de Recursos del Ministerio de Educación. Fue designado directamente por Mauricio Macri, a quien acompañó en Boca Juniors, y es el encargado de manejar todos los fondos del ministerio.

Informe: Sebastián Abrevaya.