PADRES DEL ECOS

“Es auspicioso”

“Me pareció positivo”, comentó, respecto del nuevo proyecto en seguridad vial, Lucila de la Serna, integrante del grupo de padres de los chicos del Colegio Ecos que fallecieron en octubre de 2006, cuando el ómnibus que los llevaba fue chocado, en una ruta de Santa Fe, por un camión cuyo conductor venía alcoholizado.

“El objetivo de bajar en un 50 por ciento los muertos por choques, planteado en el proyecto, propone un compromiso real. Por primera vez, el tema de la seguridad vial forma parte de una agenda política y pareciera que el Estado se está haciendo cargo”, agregó.

De la Serna destacó también “el propósito de mejorar la educación en seguridad vial: esta área es fundamental. También es acertada la intención de que los ministerios trabajen en conjunto, no por separado como hasta ahora. Pareciera que se empieza a tomar en cuenta lo que veníamos planteando. Ahora, se trata de estar atentos. Como grupo de padres, seguiremos trabajando desde lo social para promover la seguridad vial. El proyecto da lugar, en el Comité Consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, para que las distintas organizaciones civiles auditen el plan: veremos cómo se instrumenta esto”.

Sergio Levín, otro de los padres del Ecos, también estimó “auspicioso” el proyecto. “Ahora habrá que estar atentos a que en cada provincia se implemente y se baje a los municipios”, destacó. “Sabemos que no es fácil, pero vamos a seguir trabajando. Lo imposible, desde que murieron los chicos, terminó para nosotros”, dijo Levín.

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GUSTAVO BRAMBATI

Lo que falta

“Considero positivo el proyecto anunciado por el Gobierno –afirmó Gustavo Brambati, subgerente de seguridad vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi)–. Acordamos con la creación de una autoridad única en seguridad vial y con intensificar acciones como el control de velocidad y la alcoholemia, hoy postergadas: los controles terminan refiriéndose a la documentación, más que a la seguridad vial.”

Sin embargo, “nos hubiera gustado escuchar también un plan concreto sobre infraestructura vial, con plazos para la transformación de rutas en autopistas, especialmente a partir del enorme incremento del parque automotor que viene produciéndose”. Además, “sería importante incorporar un sistema de corte de velocidad en 90 kilómetros por hora en los ómnibus, especialmente en los de doble piso, cuya menor estabilidad se manifiesta críticamente a partir de ese límite”, agregó Brambati.

“Me pareció muy importante la presencia de gobernadores provinciales e intendentes, en un plano de consenso. Este parece un muy buen momento para lograr la adhesión de las provincias, y en este sentido puede ser muy importante la acción de la proyectada Agencia Nacional de Seguridad Vial –comentó el especialista del Cesvi–. En su momento la Subsecretaría de Seguridad Vial había logrado la adhesión de las provincias a la Ley de Tránsito 24.449. Pero, bajo la administración De la Rúa, esa subsecretaría se disolvió y desde entonces cada ministerio desarrolló sus propias acciones en materia de seguridad vial, sin coordinación.”