ESCRITO & LEíDO
Realismo trágico
› Por José Natanson
El conurbano bonaerense es una zona inhóspita y desigual, gobernada desde hace décadas por un grupo de intendentes y punteros mayoritariamente justicialistas. Clave de la gobernabilidad argentina, ocupa menos del dos por ciento de la superficie provincial, concentra el 70 por ciento de su población y es el territorio en donde se producen y se ajustan las piezas de lo que María O’Donnell denomina El aparato.
El método elegido por la autora es conocido: narrar un tema inabarcable –el funcionamiento de la estructura política más poderosa del país– a través de pequeñas historias cotidianas. Así, por los capítulos de El aparato desfilan Jesús Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas, impulsor de un proyecto para que los jefes comunales cuenten con fueros que los protejan de las investigaciones judiciales; Alberto Descalzo, el ahora kirchnerista jefe político de Ituzaingó, que enfrentó una causa por la designación de ñoquis, entre los que se encontraba su suegra; Oscar Zilocchi, el riquista intendente de San Miguel, que fue acusado de cobrar coimas a un prostíbulo que esclavizaba a menores de edad; o Raúl Othacehé, de Merlo, al que los opositores acusan de utilizar la difamación sobre la vida privada como herramienta política sistemática de amedrentación política.
A veces la corrupción se mezcla con la irracionalidad administrativa y el amiguismo. Es el caso de Mario Ishii, de José C. Paz, que quiso construir un faraónico mercado comunal que nunca se concretó y que incluía un helipuerto, a pesar de que ningún helicóptero aterrizaba nunca en la zona y de que el edificio estaba rodeado por descampados. Ishii es el mismo que una vez salió de gira por el exterior y dejó al frente del municipio a... su mamá.
Cargado de datos y bien documentado, El aparato describe realidades increíbles, aunque podría haberse redondeado con un análisis sobre la relación entre la corrupción y el destino trágico del conurbano (que es un poco el de toda la Argentina) o con una mirada más analítica sobre el vínculo entre estas prácticas y el peronismo, criterio que la autora relativiza inteligentemente al incluir un capítulo dedicado a Enrique “El Japonés” García, el eterno intendente radical de Vicente López denunciado por apropiarse de fondos del municipio a través de facturas truchas. Finalmente, O’Donnell decide excluir de manera deliberada una descripción detallada del rol de los personajes más poderosos de esta trama –Alberto Pierri, Carlos Ruckauf y, sobre todo, Eduardo Duhalde–, cuya presencia sobrevuela todos los capítulos, pero no adquiere una identidad definida.
La decisión de no incluir estos y otros posibles ángulos de análisis responde al hecho de centrarse en las historias mínimas para, a partir de allí, narrar los grandes problemas. Escrito con una prosa limpia que alivia al lector de los datos duros que avalan las informaciones, El aparato funciona como una foto del país real, y su mayor mérito quizá sea la voluntad de iluminar, a partir de personajes, anécdotas y circunstancias, uno de los aspectos más comentados y menos investigados del drama argentino.