› Por José Natanson
Desde la implosión del viejo y corrupto sistema de partidos del Pacto del Punto Fijo y la irrupción de Hugo Chávez como nuevo centro político, la sociedad venezolana experimentó una polarización inédita para este país, durante muchos años considerado un paraíso de democracia y estabilidad. Dividida en dos mitades, Venezuela vivió en un incómodo empate político, con dos bandos dispuestos a todo, desde el autoritarismo al golpe de Estado. Aunque luego del referéndum revocatorio el partido pareció desempatarse a favor del ex coronel de paracaidistas, con la oposición en una actitud de resignación ofuscada, lo cierto es que la polarización persistió reflejada en la sociedad y también en los círculos académicos y periodísticos. En este contexto, era impensable que dos venezolanos hicieran lo que Cristina Marcano y Alberto Barrera Tyszka han hecho con Hugo Chávez sin uniforme: una biografía del líder bolivariano sólida, bien documentada y –lo que parecía imposible– equilibrada.
La estructura del libro no es la de la clásica biografía –con datos como nació en tal lugar, fue al colegio, tuvo su primer amor– sino la de un coro de voces, que poco a poco va definiendo el perfil de Chávez, como si lo fuera dibujando. Escrito en un tono sencillo y llevadero, va narrando la increíble carrera del caudillo, y se detiene en algunos episodios clave: el primero de ellos, el breve mensaje de rendición luego del intento de golpe contra Carlos Andrés Pérez del 4 de febrero. Los autores recrean la situación y miden el equilibrio de fuerzas entre los militares rebeldes y los leales al presidente, con una clara desventaja para Chávez que, después de sopesar los pro y los contra, terminó rindiéndose. Pero fue en ese momento –dicen– cuando ocurrió lo fundamental: por un error estratégico, Pérez autorizó a Chávez a emitir un mensaje televisivo para pedirle a sus compañeros de armas que lo acompañaran en la rendición, que él aprovechó, quizás sin saberlo del todo, para lanzarse al estrellato: apareció bien erguido, vestido de uniforme, con la boina roja de los paracaidistas, y pronunció su primer discurso por cadena nacional. “Primero que nada quiero dar los buenos días a todo el pueblo venezolano”, dijo (¿A quién, sino a Chávez, se le ocurre comenzar un mensaje de derrrota saludando a sus compatriotas). Después anunció un “mensaje bolivariano” y pidió a los rebeldes que lo imitaran en la rendición. “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”, dijo Chávez, subrayando un “por ahora” que resultaría cierto.
Ese fue –según Marcano y Barrera Tyszka– su primer gran momento. Después del golpe, Chávez comenzó a recibir visitas a la cárcel, luego fue indultado y finalmente arrasó en las elecciones presidenciales. Después llegaron los plebiscitos, la Asamblea Constituyente y la refundación bolivariana de Venezuela. La crónica no pierde de vista el eje –la figura de Chávez– cuyo perfil va definiendo a través de sus acciones y de las opiniones de Fidel Castro, Herma Marksman, Edmundo Chirinos, José Vicente Rangel, entre muchos otros amigos y ex amigos, aliados y adversarios, ex amantes y compañeros. El resultado es la pintura de un líder complejo y carismático, inteligente y, sobre todo, dotado de una gran intuición política.
Pero lo central es la capacidad de los autores por adoptar una posición que sería imposible calificar de objetiva, pero que corresponde definir como equilibrada. Aunque es evidente que Marcano y Barrera Tyszca tienen su opinión sobre Chávez, y aunque el prólogo ha sido encargado a TeodoroPetkoff, el más brillante de los intelectuales antichavistas, lo cierto es que a lo largo del libro se nota la búsqueda de diferentes puntos de vista, en un esfuerzo de mesura notable para la compleja realidad venezolana.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux