ESPECTáCULOS
› UN TOQUE DE SOLIDARIDAD CON ACENTO FRANCES
Asambleas internacionales
El Observatorio de la Argentina Contemporánea de París inaugura mañana una exposición y venta de cuadros y fotos, a beneficio de las asambleas porteñas. “Hay que ayudar más allá desde lo artístico.”
› Por Mariano Blejman
Un importante grupo de artistas argentinos que por diferentes motivos viven en París se unieron con la excusa del arte para donar unas cien obras a las asambleas barriales porteñas, en una llamativa determinación. La donación se realizará a través del Observatorio de la Argentina Contemporánea, asociación que reúne a especialistas de ciencias humanas y sociales, luego de que esas obras sean vendidas al mejor postor. Las obras –que incluyen cuadros y fotografías– serán expuestas y ofrecidas a la venta desde mañana y hasta el domingo en la Maison de l’Amérique Latine, 217, boulevard Saint Germain, en París. El motivo, dicen, es expresar una fuerte solidaridad con las asambleas barriales de Buenos Aires, en especial con las de Palermo Viejo, San Telmo, Congreso, Villa Urquiza y Núñez, quienes serán las directas beneficiadas de lo que allí se recaude. La iniciativa responderá tal vez aquella vieja disputa sobre la “función social” del arte. “Existe en el mundo de los artistas una necesidad de ayudar de algún modo, con algo que vaya más allá de la mera creación artística”, explica a Página/12 el plástico argentino Jack Vanarsky, que vive en París desde hace más de 30 años y ahora está de paso por Buenos Aires para presentar su obra en la Bienal del Museo de Bellas Artes.
Es probable que los motivos del exilio hayan sido bien diversos para cada artista que hoy vive en París. Algunos fueron exiliados políticos cuando escaparse era la única forma de vivir, otros son expulsados económicos. Muchos partieron en busca de nuevas oportunidades. Todos ellos dicen tener un lazo en común con la Argentina devastada de hoy: además del lugar donde nacieron, es el sitio que los desvela a distancia. El interés por las novedades, los nuevos movimientos sociales y la marcha de la economía, fuera del país, no se toma vacaciones. “Tal vez por ser conscientes de lo que pudo haber sido este país y no fue”, dice con tristeza Vanarsky, creador de obras eróticas y móviles, algunas de las cuales están en el Museo del Erotismo en el barrio rojo de Pigalle.
Otro que ofrece una de sus obras es Antonio Seguí, pintor, dibujante, grabador y escultor que logró fama internacional. Seguí se radicó a comienzos de los ‘60 en París, donde se fue consolidando con un humor admirable en sus obras. En 2000, Seguí fue llamado para hacer el afiche del torneo tenístico de Roland Garros. También estará Cristina Ruiz Guiñazú, quien se fue a París en 1978 y expuso en lugares tan distinguidos como el Salon de Mai, en la Biennale d’Art Latinoaméricain en París en 1999. Ruiz Guiñazú realizó una muestra en 2000 llamada Les Uns et les Autres, exposición que trajo al C. C. Recoleta este año. Participará además Carlos Guinzburg, autor de Tierra, famosa obra que hizo en un baldío al lado del edificio del San Martín en 1971. Eduardo Oliveira Cézar es otro de los que expuso en New York, Londres y París, y ahora ofrecerá una obra. Además estarán Constanza Aguirre, Rubén Alterio, Leandro Antoniadis, Antonio Asís, Jorge Sclar, Juan Carlos Aznar, Mariano Garatte, Gregorio Vardanega y Rolando Yankelevich, entre muchos otros.
La explicación que ofrece Diana Quatrocci, directora del Observatorio de la Argentina Contemporánea, es que “lo novedoso de esta situación asamblearia que comenzó en diciembre es que deja entrever la posibilidad de una solidaridad internacional de la sociedad civil a la sociedad civil. Pero somos también conscientes de que la Argentina se encuentra sobre el filo de una navaja: asistimos al fin de un ciclo con todos los peligros que esto implica, y todas las esperanzas de una nueva era capaz de crear los hitos de una democracia participativa”. Los organizadores están convencidos de que la creatividad argentina en la construcción de nuevos lazos sociales puede generar un flujo innovador en lo político y social. “Pero necesitan el apoyo de todos”, dice Quatrocci. Así fue como contactóa medio centenar de artistas –la gran mayoría argentinos– para que donaran obras. “El dinero de la venta será entregado durante un acto público a miembros activos de cinco de las Asambleas Barriales. El origen y el destino de esos fondos serán informados detalladamente y cada barrio rendirá cuentas”, dice Quatrocci. Los saldos podrán seguirse a través del sitio www.argetinaobs.org.
Las asambleas, nacidas en la tormenta del cacerolazo del 19 y 20 de diciembre de 2001, esperan el desarrollo de la exposición y consiguiente venta de objetos. Desde hace ocho meses intentan asegurar, sin aguardar el asistencialismo oficial, las necesidades de cada barrio como ayuda a escuelas y hospitales, organización de ollas populares, ayuda a las personas de edad avanzada y el seguimiento de la toma de fábricas abandonadas. Ahora, entonces, la ayuda provendrá del mundo del arte.