ESPECTáCULOS
› OLIVER STONE RODO UNA PELICULA SOBRE FIDEL CASTRO
“¿Es malo ser un dictador?”
El realizador estadounidense siguió durante tres días la agenda del líder cubano, y lo entrevistó durante más de treinta horas para el film “Comandante”, que acaba de estrenarse en el Festival de Sundance.
Por Rocío Ayuso
Desde Park City, Utah,
Estados Unidos
El título de Comandante parece definir el espíritu del film que el cineasta estadounidense Oliver Stone acaba de estrenar en el festival de cine independiente de Sundance. La nueva realización del director de JFK y Nixon, entre otros muchos films, es un retrato humano de Fidel Castro, fruto de más de treinta horas de entrevistas con él. Filmada en video en febrero del 2002, Comandante sigue durante tres días la agenda de trabajo del líder de la Revolución Cubana. “Si volviera a nacer, volvería a ser el mismo que he sido”, subraya Castro en esta producción de cerca de dos horas que celebra en Sundance su estreno mundial.
“No es una película histórica”, explica su productor, Jaume Roures, quien recuerda que la idea surgió cuando vio el documental Caminantes, del español Fernando León de Aranoa, en el Festival de La Habana, sobre el movimiento zapatista mexicano. De ahí nació la idea de hacer una serie de películas que aunaran a grandes personajes con grandes realizadores, un concepto que se hizo posible en Comandante cuando tanto Castro como Stone se avinieron al proyecto. “Eso lo conseguimos tras una cena de siete horas con Fidel, de 10 a 5 de la madrugada”, recuerda Roures de su primera cita con el revolucionario cubano de 75 años.
En total fueron tres días y medio de trabajo en los que Castro accedió a todas las peticiones de Stone, así como a responder a las preguntas de este realizador que, además, es un veterano de la guerra del Vietnam y un amante de la política. El film parte del triunfo de la revolución castrista en 1959 y llega hasta la actualidad. El marco es una conversación en la que se incluyen datos de la juventud del líder cubano, su visión del futuro de la isla, la invasión de Bahía de Cochinos y su vinculación con las guerras de Vietnam y Angola.
En la misma línea, la conversación, seguida por la cámara del director de fotografía mexicano Rodrigo Prieto, también aborda la vida sexual del gobernante cubano, su salud y el tiempo ahorrado al mantenerse toda su vida con barba. Castro a veces adopta un cierto tono de “abuelo contando batallas” con su carismática elocuencia. Las charlas, ya sean en su despacho flanqueado por los bustos de Simón Bolívar y Abraham Lincoln y junto al autógrafo de Ernest Hemingway, o en la calle en medio de las muestras de cariño de la gente, están salpicadas con imágenes documentales.
Según Roures, se trata de un material de “valor incalculable” que no se limita a ser un documental sobre una figura histórica sino que tiene paralelismos con la situación actual. Castro habla de Richard Nixon -”siempre me pareció un politiquero”–, de Nikita Kruschev –”con quien más confraternizaba”– y de John F. Kennedy, sobre el que comparte con Stone la teoría de que fue asesinado debido a una conspiración. También menciona a Sophia Loren, Brigitte Bardot, Charles Chaplin, Cantinflas y Gérard Depardieu (“que engordó para una película y ya se quedó gordo”) en su lista de amores cinematográficos, un entretenimiento que, en cualquier caso, no practica demasiado. “Apenas he visto un film en los últimos diez años. Ni he tenido vacaciones desde que se derrumbó el modelo de socialismo”, asegura.
Una vez concluido su paso por el Festival de Sundance, Comandante irá al prestigioso Festival de Berlín antes de su próximo estreno cinematográfico entre marzo y abril en Europa. En los Estados Unidos, hasta el momento, sólo será transmitido por televisión, en la cadena privada HBO. “¿Qué es un dictador? ¿Y es malo ser dictador? Estados Unidos ha sido un gran amigo de los dictadores”, dice Castro en tono jocoso antes de simplemente describirse como “un dictador de mí mismo”.