El festival de Sundance cerró anoche una nueva edición, y el film ganador de este año, American Splendor, dirigido por Shari Springer y Robert Pulcini, se apresta a multiplicar sus potencialidades comerciales más allá del espíritu independiente. En la industria cinematográfica estadounidense la mayoría entiende y asume de qué se trata esta muestra creada allá lejos y hace tiempo por Robert Redford: una plataforma de lanzamiento de productos indies con destino a Hollywood.
American Splendor mezcla de animación e imagen real que aúna también el drama con el documental, consiguió el galardón del jurado como mejor película dramática de esta 21 edición del certamen. “Por unanimidad la consideramos culpable de todos los cargos”, declaró en tono humorístico la actriz Tilda Swinton antes de entregar el premio a los realizadores del film. Descripta como uno de los trabajos más originales del año, la película tiene como eje la vida de una de las figuras más importantes del mundo del cómic americano, Harvey Pekar, creador y guionista de la historieta que ha dado título a la película. “Este es un festival para ustedes”, dijo una vez más Redford, en referencia al talento desconocido que anualmente se congrega entre las montañas de Utah (EE.UU.) para esta cita cinematográfica ahora abierta a todo el mundo. Entre el talento reconocido en esta ocasión, el jurado premió como mejor documental a Capturing the Friedmans, donde el director Andrew Jarecki elabora el retrato de una familia media. Durante la gala fueron distinguidos también Thirteen y My flesh and blood, a la mejor dirección dramática y documental, respectivamente. El público prefirió entregar sus premios en la categoría de cine mundial a Whale Rider, mientras que como mejor drama se impuso The Station agent, que también se llevó el premio al mejor guión, y como mejor documental fue elegido My flesh & blood. Tras diez días de proyecciones, los premios de interpretación fueron a parar a Patricia Clarckson y a Charles Busch “por no sólo su gran calidad en el trabajo sino por su cantidad”, bromeó el presentador de estos premios, Steve Buscemi. Su rostro no fue el único conocido en este festival al que también acudieron otros ya populares en la gran pantalla como el de Matt Dillon, Penélope Cruz, Forrest Whitaker, Oliver Stone o Francis Coppola. Como se volvió a insistir durante la entrega de premios, lo más importante fue el interés del público por ver algo diferente a las grandes producciones de Hollywood, inquietud que canalizaron tanto Los lunes al sol como el documental Balseros o Comandante.