ESPECTáCULOS
› ROCK, RAVE Y CUARTETO EN EL CARLOS PAZ MUSIC
Una fiesta de la diversidad
La Mona Jiménez cerraba anoche un festival que, en sus tres jornadas, convocó a 25 mil personas. Lo mejor: los shows de Gieco y Bersuit y el encuentro Aznar-Lebón, aunque se frustró la reunión de Serú Girán.
› Por Cristian Vitale
Desde Villa Carlos Paz
”Estábamos jugados a que reuníamos Serú Girán”. Uno de los organizadores del festival masticaba bronca y cierta impotencia mientras miraba de reojo el show de Turf para no más de 1500 personas. Ocurre que el fuerte de la segunda jornada del Carlos Paz Music, la del sábado, iba a ser en principio la reunión espontánea de aquellos gigantes, aprovechando la presencia de David Lebón y Pedro Aznar. Pero el contrato que une a García con Cosquín Rock impidió que viajara a la Villa. “Nos dijo voy, voy, voy..., pero no vino” explicaba el hombre. Fue, en realidad, la única noche que no colmó expectativas a nivel público en la primera edición del heterogéneo festival que congregó artistas de rock, pop, cuarteto y techno-music. Viernes y domingo, por el contrario, la asistencia fue masiva. La apertura congregó a casi 10 mil personas para disfrutar de León Gieco, Bersuit Vergarabat, Piel de Judas, MAM y Los Pericos. Y la tercera –que sonaba al cierre de esta edición– estallaba de cordobeses al ritmo de Los Auténticos Decadentes, La Barra y La Mona Jiménez. Más de veinticinco mil personas acudieron, en total, a la convocatoria en el lago San Roque.
En verdad fue una pena lo del sábado. Solo los sets de Aznar y Lebón ameritaban muchos más oyentes de los que finalmente tuvieron. Lo del ex bajista de Serú Girán fue sencillamente brillante. Rodeado de sierras y mil estrellas, con un clima espectacular, Aznar entregó pinceladas de su singular universo folklórico-rioplatense, con gemas que forman parte de sus últimos trabajos Parte de Volar y Pedro Aznar Vivo, ambos editados el año pasado, y discos anteriores como Cuerpo y Alma (1998). Tras una conmovedora apertura con “Que he sacado con quererte”, de Violeta Parra, interpretó “El Tungue Le”, del legendario músico uruguayo Eduardo Matteo y la profunda “Muñequitos de Papel”, de su autoría. Aznar mostró una vez más su perfil latinoamericanista, rasgo de esencial de su presente. Lo de Lebón también fue estupendo. “Tengo una gripe de la gran puta, pero muchas ganas de tocar”, gritó de arriba y se metió a la gente en el bolsillo con un set eléctrico y categórico que combinó canciones de Yo lo Soñé, de edición reciente, y clásicos como El Tiempo es Veloz (1982) o una aplanadora canción del viejo Polifemo: “Sueltate Rock and Roll”. Lebón demostró una vez más que, pese a los años, es uno de los mejores guitarristas de rock and roll en la Argentina.
Pero el momento cumbre de la noche fue el que unió a ambos. El 50 por ciento de Serú Girán tocó cuatro temas y arrancó lágrimas en un público fundamentalmente conformado por parejas treintañeras. “Seminare”, “Noche de Perros”, “Dos edificios dorados” y “San Francisco y el Lobo” emocionaron a todos. Nivelaron Los Twist —que abrieron la jornada con un simpático show que incluyó los clásicos de siempre y un bizarro homenaje a Roberto Carlos–, Turf y Miguel Mateos. Después, el terreno del Playón Municipal de la Villa se transformó en fiesta rave. Unas 500 personas bailaron sin parar hasta las 7 y media de la mañana, animados por el tech house de Dr.Trincado y el deep house de Carla Tintoré, además del crédito local Martín Huergo y el brasileño Double S.
El viernes todo había salido perfecto. Inclusive la cantidad de público superó las expectativas. Abrió Piel de Judas con un set prolijo, y prosiguió MAM. El power trío de Omar Mollo brindó un show potente, que revalidó una vez más el título de revelación en el Cosquín 2002. Al grito de “Vamo’papá esto es rock and roll”, Mollo entregó temas de su cd Opción y algunas canciones que saldrán en el próximo disco. Luego llegaron Los Pericos, que hicieron mover al público con un set divertido y ligero.
Pero el clímax llegó con León Gieco y Bersuit. El santafesino dividió el show en tres partes. La primera incluyó siete canciones de Bandidos Rurales. En un breve nexo -mientras los plomos trabajaban para la sorpresa posterior-, Gieco viajó a sus épocas de folk-singer para hacer “Hombres deHierro” solo con su armónica y su guitarra, igual que en el BArock de 1972. Después, la sorpresa. En otro viaje histórico, rescató de De Ushuauaia a La Quiaca (1985) la parte cordobesa del más federal de los discos argentinos. Elemir Colombo —de impecable saco de lentejuelas y pantalón violeta–, Rogelio Campana, y Carlos “Pueblo” Rolán –presentado por Gieco como una de las voces más importantes del cuarteto cordobés– revivieron un popurrí cuartetero marca “La Leo, 1943” para el delirio. Generoso y agotado, Gieco ofreció la tercera parte con esos clásicos que nunca faltan: una deslucida versión de “El Fantasma de Canterville” fue inmediatamente superada por “La Rata Laly” y la notable “Pensar en Nada”. Tampoco faltaron esas frases distintivas de León, como “Cárcel a Pinochet y a todos esos hijos de puta”, que despachó promediando “Los Salieris de Charly”. “Yo Rodolfo Orozco con Bolocco no toco y con el marido menos”, gritó en Orozco. Para el final, la que saben todos: “Solo le pido a Dios”. Tras un año 2002 exitoso –cinco Obras llenos y muy buenas ventas con De La Cabeza– Bersuit generó un show de esos calientes, inolvidables. Bengalas, banderas del Che Guevara y agite de remeras trasladaron el ritual bersuitero al lago San Roque. Varios momentos para destacar: la versión disco de “20 Millones”, el carnavalito a ritmo de carreta materializado en “Canto para Vivir” y la lúdica “Petisita Culona”, con seis hermosas serranas del público bailando en el escenario, apoyadas en el Pelado Cordera. El postre unió a Omar Mollo con Cordera en un improvisado dúo tanguero para entonar “Melodía de Arrabal”. La despedida, infaltable, con “Murguita del Sur”. “Cuatro ebrios se lo llevan al rokero”... cantaba el “Pelado” mientras la policía reprimía a la salida a unos pibes que querían entrar para ver el final del show.
Al cierre de esta edición, Carlos Paz Music aseguraba diversión para todos: los Auténticos Decadentes, los Parraleños (con esa mezcla de cumbia con V8, Lerner y Europe) y, desde Córdoba, Los Caligaris (una suerte de Decadentes, pero serranos) más La Barra, preparaban la fiesta para la estrella de la noche, que no podía ser otra que la “Mona” Jiménez.