ESPECTáCULOS
Ahora, Abuelo se cruza con Gardel
Se inauguró ayer en La Falda una calle con el nombre del autor de “Cosas mías”. A solo dos cuadras, la corta otra del morocho del Abasto.
› Por Martín Pérez
La cinta celeste y blanca ya fue cortada, la chapa que señala la altura de la calle al 600 ha sido descubierta y todos los presentes aplaudieron. Justo entonces, en la tarde de La Falda y cuando la calle Miguel Abuelo acababa de ser inaugurada, se largó a llover. La comitiva que se había movilizado en varios autos hasta la zona medio descampada –”barrio en desarrollo”, es su denominación oficial– donde se realizó el acto, corrió a buscar refugio bajo techo. “Es Miguel Abuelo, que nos mira desde el cielo”, se le escuchó decir a alguien al ingresar a la camioneta oficial. “Y se emocionó.”
“He venido a mover y dar marcha a la fanfarria”, cantó alguna vez Miguel Angel Peralta desde su tema “Buen día, día”, un mágico himno de su repertorio solista. Y eso es lo que su memoria precisamente hizo ayer en La Falda, ya que la conferencia de prensa que reunió a las personalidades oficiales de la ciudad para anunciar el cambio de nombre de la calle Entre Ríos a su nueva denominación de Miguel Abuelo, terminó convirtiéndose en una suerte de punto de partida para un nuevo Festival, anunciado para el 20 y 21 de septiembre.
Justo en la víspera del Cosquín Rock, el vecino escenario folklórico que se rockerizó con éxito mientras La Falda se llamó a silencio, la antigua capital del rock del interior dio fechas definitivas del que será el décimo festival de La Falda (ver aparte). Y el que movió y dió vueltas a la fanfarria fue precisamente Miguel Abuelo, que con la inauguración de La Falda pasa a ser el primer rockero argentino en tener una calle con su nombre en el país. Una calle de tierra, maleva y alejada del centro, como seguramente le hubiera gustado a Miguel. Una calle de unas quince cuadras de largo que, a sólo dos cuadras de la esquina elegida para el acto inaugural, se cruza nada menos que con la calle Carlos Gardel.
“Miguel, no sé por qué me puse a pensar en él. Será que no tuve tiempo de entenderlo todo aquella vez”, cantó Andrés Calamaro, aprendiz de Miguel en Los Abuelos de la Nada, en el bellísimo tema “Con Abuelo”, incluido en el disco Honestidad brutal. Aunque, a diferencia de Andrés, en La Falda saben bien por qué se pusieron a pensar en Miguel. “Queremos mantener vivo el fuego del rock nacional en La Falda”, declaró su intendente, Juan Carlos Ottobre, luego de que se leyera la ordenanza municipal que decidió el cambio de nombre de la calle. “Ya tuvimos dos calles que se llamaban Entre Ríos al mismo tiempo”, recordaría luego el intendente. “No saben el lío que se armaban los del correo”.
La calle Miguel Abuelo no generará tales inconvenientes, ni siquiera por el hecho de que fue bautizada con el nombre artístico y no con el real de la personalidad homenajeada. “El pedido fue hecho bajo el nombre de Miguel Peralta, pero se decidió utilizar su seudónimo para bautizar la calle”, precisó Jorge Amelio Ortiz, presidente del Ente de Turismo de la ciudad, que aseguró haber estado presente en todos los Festivales de La Falda. “Aquí deben pasar cinco años desde la muerte de una personalidad para que le pongan su nombre a una calle, y ya hay dos nombres rockeros más esperando turno para inmortalizarse en La Falda. Como no podía ser de otra manera, los otros dos proyectos de calle son Luca Prodan y Federico Moura. “Tal vez podamos concretar uno este año, y otro el año que viene”, aventura Ezequiel Giardelli, responsable de prensa de la empresa encargada de organizar el futuro La Falda Rock de septiembre.
Pero hasta que llegue ese momento, mejor regresar al acto inaugural de la calle del líder de Los Abuelos de la Nada, que se realizó sin demasiada pompa, y sin acto de presencia de ninguna personalidad vinculada ni a la familia ni a la trayectoria del homenajeado. El corte de cinta se realizó en la esquina de Miguel Abuelo con la Avenida María Teresa Ferrarini. Un rocker codeándose con la mujer de uno de los históricos intendentes de LaFalda. Claro que la calle de la mujer del intendente está pavimentada. Presenciaron el pequeño acto, además de la prensa y los invitados oficiales, algunos vecinos curiosos. El único de los presentes que llevaba una foto de Miguel Abuelo bien a la vista era Leonardo, un fanático suyo que se hizo el viaje desde la ciudad de Córdoba sólo para estar presente en el acto. “Está bárbara la calle. Me gustaría comprarme un terrenito para hacerme una casita ahí”, dijo Leonardo, que seguramente nunca soñó que alguna vez existiría al menos la posibilidad de cumplir el sueño de vivir en una calle llamada como su ídolo.