El actor Anthony Hopkins, que ganó un Oscar en 1991 por su papel en El silencio de los inocentes, contrajo matrimonio por tercera vez en una ceremonia tan íntima que sólo se confirmó ayer cuando fue anunciada por su publicista. Hopkins, de 65 años, se casó el sábado con la anticuaria Stella Arroyave, de 46, rodeados de amigos y familia en una ceremonia íntima, romántica y muy exclusiva en su casa en Malibú. El publicista distribuyó a los medios estadounidenses y europeos una foto de la feliz pareja. Ella, vestida de blanco y sonriendo a la cámara con una diadema engalanando su tocado; él, de traje oscuro, corbata y unos narcisos amarillos iluminando un rostro enmarcado por un pelo blanco más largo y revuelto de lo habitual.
El galés Hopkins, que se hizo popular y millonario con la interpretación en El silencio de los inocentes de Hannibal Lecter, un sibarita asesino cuyo mayor placer es la carne humana regada por un buen vino, dijo que instalarse en Estados Unidos le mejoró la existencia. “El momento que cambió mi vida fue cuando llegué a California y me di cuenta de que tenía un problema con la cebada”, indicó con su típico humor lacónico en referencia a su problema de alcoholismo ya superado. Este actor, formado en el teatro pero conocido por el cine, fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico en 1993 y se nacionalizó estadounidense en el 2000. En su caso tres matrimonios no es sinónimo de una vida muy cambiante: con su anterior esposa, Jennifer Ann Lynton, estuvo casado 29 años. La pareja había contraído matrimonio en 1973 después de que el actor se hubiera separado de su primera esposa, Petronella, con quien tuvo una hija.