ESPECTáCULOS
› PAGINA/12 PRESENTA DESDE MAÑANA A SUS
LECTORES EL VIDEO “CAMPORA AL GOBIERNO / 49 DIAS DE ILUSION”
Una primavera inolvidable, antes del invierno más largo
El documental –realizado por Román Lejtman y Página/12 y relatado por Lalo Mir– retrata esos inolvidables días de 1973 con abundante material audiovisual e imágenes inéditas, que ayudan a entender la intimidad de un período clave de la historia.
› Por Miguel Bonasso
Durante décadas, la figura de Héctor José Cámpora, el último delegado de Juan Domingo Perón, fue deliberadamente olvidada o malversada por una historia oficial que lo pintaba alternativamente como un idiota (“el módico dentista de Giles”, según el ex dictador Alejandro Lanusse) o como un perverso “aliado de los subversivos” (según el genocida Jorge Rafael Videla). Su propio partido, el Justicialista, no hizo nada por rescatar la memoria del hombre que organizó el regreso de Perón tras 18 años de obligado exilio y le dejó en bandeja la Presidencia de la República sin pedir nada a cambio.
En diciembre de 1991, cuando los restos del ex presidente regresaron a la Argentina, Carlos Menem no se hizo presente en el Congreso para rendirle honores. El político riojano, que saltó a la gobernación de su provincia con Cámpora como jefe político, no quiso participar del funeral para no enturbiar su floreciente negocio con los enemigos del peronismo: Alvaro y María Julia Alsogaray o el almirante fusilador Isaac Francisco Rojas, a cuyo velorio sí concurrió con rostro convenientemente compungido.
En 1997, el autor de esta nota pudo contribuir modestamente a corregir tamaña distorsión histórica mediante la publicación de El presidente que no fue, biografía del “Tío” que incluía la estratégica e inédita correspondencia entre Perón y su último delegado. El libro –que acaba de reeditarse– documentó lo que pretendía ignorarse: que Cámpora había prestado un servicio fundamental a la democracia argentina al lograr que el líder proscripto regresara al país como lo deseaba una enorme, decisiva, porción del pueblo argentino.
Hoy, treinta años después de aquellos acontecimientos que transformaron a la Argentina, Página/12 presenta Cámpora al gobierno / 49 días de ilusión, un excelente documental que no sólo recoge los acontecimientos más importantes ocurridos en las siete semanas que duró el gobierno popular sino los que precedieron y sucedieron a la “primavera camporista” (así llamada por haber sido un verdadero oasis de libertades públicas sin precedentes, encerrada entre dos océanos de autoritarismo oligárquico).
Es notable que un periodista joven como Román Lejtman, que pertenece a una generación poco avenida con Cámpora y menos aún con aquella Juventud Peronista que levantaba los estandartes de las organizaciones revolucionarias, haya recogido con evidente respeto (no exento de críticas, a veces acertadas y otras no tanto) los hechos dramáticos que arrancan con la designación de Cámpora como delegado personal del líder exiliado en Madrid y culminan con la injusticia del destierro al que fue confinado por la conspiración tejida en la vecindad del hombre que más admiraba en el mundo.
Esta visión respetuosa constituye una novedad en el universo de los medios electrónicos, adonde todavía el presidente al que no dejaron ser esperaba una reivindicación más que justificada. Los que vivieron aquellos acontecimientos –como el autor de esta nota– podrán coincidir o discrepar en parte con la visión editorial que puntualiza la voz narrativa, a cargo de Lalo Mir, pero deberán admitir que la visión histórica sortea los clichés al uso y trata al personaje central y a su entorno con la seriedad que se merecen.
A este mérito corresponde añadir otro de pareja o incluso mayor importancia: la recuperación de un material audiovisual muy poco conocido o en algunos casos directamente desconocido. Con imágenes sonorizadas de los antiguos “vidicones” que usaban los noticieros de la época, Página/12 ha logrado añadir al relato la cuota de color y cotidianidad que conmoverán al espectador del video. Hay una escena muy divertida, inédita hasta ahora: Cámpora, el candidato de Perón, visita la villa de Retiro en compañía de Carlos Mugica, el sacerdote tercermundista que un año más tarde será asesinado por orden del “Brujo” José López Rega. En la villa participa de un asado en su honor, preparado por un villero que tiene un ojo vendado. Cámpora agradece y comenta: “El asado estuvo muy bueno. Pero imagínense cómo hubiera estado si el parrillero hubiera podido usar los dos ojos”.
Hay una extraña emoción, que muestra la respiración generosa, casi ingenua de una época, cuando el reportero Omar Gómez Sánchez entrevista al Cámpora que está por traer a Perón del exilio e interrumpe respetuosamente su reportaje al ver que la emoción llena de lágrimas los ojos del entrevistado (cualquier comparación con “movileadas” del presente mediático no será válida).
Y es desde esta cotidianidad, desde este detalle que exalta el primer plano del mosaico histórico, que el documental de Página/12 recuerda los grandes hechos: la masacre de Trelew; el primer regreso de Perón en 1972 y el segundo, en junio de 1973; el papel de las organizaciones armadas y la JP en el “Luche y vuelve”; la campaña electoral del Frente Justicialista de Liberación; la asunción del Tío; la liberación de los presos políticos; la masacre de Ezeiza; la conspiración contra Cámpora; el papel siniestro de López Rega e Isabel Perón; la escasa gratitud del príncipe y la caída del hombre que dio todo a cambio de nada.
Una historia que provocará la nostalgia de los que la vivieron y el asombro de las nuevas generaciones. Añadiendo una cuota de lucidez para entender parte de un complejo proceso que llevó, finalmente, a este peronismo del tercer milenio escindido en tres candidaturas.