ESPECTáCULOS
› PERFUMO Y VICTOR HUGO EN “HABLEMOS DE FUTBOL”
“Hay que parar la pelota”
El ex futbolista destaca que el ciclo que empezará esta noche por ESPN priorizará el análisis del juego por sobre la polémica.
› Por Emanuel Respighi
Roberto Perfumo vive el fútbol con pasión. La vida del ex jugador de Racing, River, Cruzeiro y el seleccionado nacional ha estado siempre ligada, de alguna manera, al más popular de los deportes argentinos. Primero como espectador (es fanático de Racing), luego como futbolista consagrado, más tarde como técnico y desde hace unos años como periodista deportivo. “Yo podría traducir al fútbol todo lo que sucede en la sociedad”, confiesa. “Es un elemento impresionantemente rico, debido a las diferentes aplicaciones que tiene en otros ámbitos. Es un maravilloso referente para todos los acontecimientos de la vida. Es mucho más que 22 jugadores corriendo detrás de una pelota: es un reflejo de la sociedad”, sostiene en la entrevista con Página/12. Por eso no extraña a nadie que desde hace algunos años, el otrora mariscal se haya dedicado a brindar charlas a empresas sobre el trabajo en grupo en las que aplica muchas de sus vivencias como jugador. Esa misma experiencia que desde esta noche, a las 22, intentará volcar en la pantalla de ESPN en “Hablemos de fútbol”, un programa que conducirá junto al periodista Víctor Hugo Morales.
La idea que persigue el ciclo, que irá lunes y jueves, remite literalmente a su título. Pero sin caer en la polémica inútil en la que caen la mayoría de los programas dedicados al tema. “Básicamente vamos a hablar de fútbol, pero desde la reflexión y la opinión. A la TV actual le falta un programa de análisis sobre el juego en sí. En los ciclos actuales se habla mucho de fútbol, pero nada del juego. Se concentran en la noticia o en polémicas sin sentido, y se olvidan de lo más relevante. No puede ser que los gestos del Beto Acosta tengan más atractivo que una pared tirada por el Pipi Romagnoli. Nadie analiza con seriedad por qué determinado equipo perdió o ganó”, señala.
–¿Cómo se hace en la televisión para hablar de fútbol sin caer en la polémica?
–Parando la pelota. Cuando el partido está enredado, hay que hacer una pausa y cambiar de frente. Cuando un futbolista hace eso, la cancha se limpia. En la TV hay que hacer lo mismo. No hay que meterse en el enjambre de la polémica, que siempre termina con el descalificativo: “Callate que vos no sabés nada”. Nosotros no vamos a polemizar, vamos a dialogar. Porque la polémica no es más que un mecanismo que cierra las conceptos, en cambio, el diálogo los abre. Como el fútbol es bastante irracional, la polémica muchas veces se traslada a la TV. A nosotros no nos gusta tratar así el tema. No va a ser una charla de café apasionada y sin control. Para eso voy a un bar. La única pretensión es que el televidente escuche lo que se dice. A mí muchas veces me criticaron porque dejo hablar mucho a los invitados. Y si no los dejo hablar, ¿para qué carajo los invito?
–Parece que hasta los programas futbolísticos entraron en el vértigo que en los últimos años se apoderó del juego...
–El fútbol nos muestra cómo es la sociedad, que corre para todos lados y no piensa. Se lucha para saber quién es más rápido y más efectivo, pero no se reflexiona sobre el presente ni sobre el futuro. El hombre tiene vacunas, libros y una mejor calidad de vida porque pensó...En este época, la ansiedad y la necesidad de cambiar las cosas se unen, dando como resultado la búsqueda de soluciones mágicas. Que, por otra parte, no existen. Esto pasa en todos los ámbitos.
–¿Qué significa compartir la conducción con Víctor Hugo Morales?
–Es una gran oportunidad para los dos. Por una cuestión de edad y madurez, el programa llega en el momento justo para volcar nuestros conocimientos futbolísticos. La idea es aprovechar la experiencia de Víctor Hugo, que va a ser algo que pocas veces hizo en los medios: reflexionar sobre el juego, sin indagar en los negociados que lo rodean. Yo intentaré ofrecer mi experiencia desde el lugar de aquel que vivió el fútbol desde adentro. Trataremos de buscar una mirada distinta sobre los hechos que suceden en este juego fenomenal, que todos aman, gozan ysufren, pero que nadie analiza. Porque no quieren o, en todo caso, porque no pueden.