ESPECTáCULOS
› JAMES BOND DISPARA CONTRA LA GUERRA
“No era necesaria”
El actor irlandés Pierce Brosnan, que firmó un nuevo contrato para volver a encarnar al agente 007, se manifestó contra la invasión británica y estadounidense a Irak: “Es un horror”.
Por Aurora Intxausti *
Desde Madrid
De paso por la capital española, para promocionar Evelyn, una película de la cual es protagonista y productor, Pierce Brosnan –el dueño actual del personaje de James Bond, el célebre agente secreto al servicio de Su Majestad– declaró que la guerra contra Irak que llevó a cabo la coalición anglo-estadounidense “fue un horror”. El actor se preguntó: “¿Por qué la guerra? ¿Por qué ahora? ¿Era necesaria?”. Y contestó: “Creo que no”.
No es la primera vez que Brosnan sorprende con sus actitudes. Dos años atrás, protagonizó El sastre de Panamá, basado en la cuestionadora novela de John Le Carré, donde quien habitualmente encarna al agente 007 se ponía en la piel de un espía de cuarta categoría que, movido por intereses personales, desataba una cruenta intervención armada de los Estados Unidos sobre territorio panameño.
Su nueva película, Evelyn, es la tercera que produce el actor irlandés con su empresa Irish Dream Time. Relata la historia de Desmond Doyle (el propio Brosnan), a quien le retiran la custodia de sus hijos y los internan en orfelinatos cuando es abandonado por su esposa y no tiene recursos para mantenerlos. Doyle recurre ante los tribunales y emprende una cruenta batalla contra la Iglesia y los tribunales de Irlanda. Ante la prensa, Brosnan no quiso hablar del papel represor que tuvo en el pasado la Iglesia católica irlandesa y que se cuestiona en la película. Una crítica que también está presente en el film Las hermanas de la Magdalena, de Peter Mullan. “No vi la película de Mullan, aunque me dijeron que es completamente diferente, si bien el tema es parecido. Yo soy católico practicante y sólo puedo decir que el pueblo irlandés vive con mucha fe”, afirmó.
Cuando puso en marcha el proyecto, Brosnan pensó si debía o no ser el protagonista del film, debido a que Desmond Doyle era un hombre de clase baja, bebedor e intérprete de canciones en los pubs. Un perfil que no encajaba para nada con la imagen de James Bond que ejerce desde hace ocho años en las cuatro películas que ha realizado como agente 007. “No quería dar mucha importancia al aspecto, pero lo pensé un poco y la pasión por el papel me pudo. Es cierto que el personaje de Bond es tan fuerte que el público siempre lo tiene presente, y ésta es una pieza delicada y pequeña, pero estaba seguro de que podía dar el tipo”, señaló.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.