“Entre política, memoria y verdad hay una relación un tanto inquietante, porque si hay política hay diversas memorias, casi por definición. Hay una manera de recordar el pasado que surge de una propuesta hacia el futuro. Esta propuesta la llamo política cuando se produce en el seno de una sociedad donde se discuten proyectos de porvenir en función de una visión que se tiene de este presente. Pero este presente es la memoria de lo que se ha vivido. Por lo tanto, ahí hay una complicada relación, no tan simple ni espontánea, tal vez, porque es una pugna de verdades. Las memorias son formas de verdades para grupos humanos.” Esa fue la conclusión del investigador Héctor Schmucler, que marcó el cierre de la mesa-debate “Memoria y política en el Cono Sur” en la Feria del Libro. Del panel participaron el historiador uruguayo Carlos Demasi, Line Bareiro del Centro de Documentación y Estudio de Paraguay, Elizabeth Jelin y Carlos Iván Degregori (miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Perú).
En el encuentro se presentaron cuatro libros, resultado de un programa dirigido por Jelin y Degregori para el Social Science Research Council. El proyecto tuvo como eje el análisis de los procesos de reconstrucción y de significación de pasados diversos y múltiples, con el acento puesto en las experiencias de las dictaduras recientes en el Cono Sur. En los trabajos participaron alrededor de sesenta investigadores jóvenes becados de Argentina, Brasil, Paraguay, Perú, Chile, y Uruguay. Los libros (editados por Siglo XXI) publicados hasta el momento son Los trabajos de la memoria (Jelin), Del estrado a la pantalla: las imágenes del juicio a los ex comandantes en Argentina (Claudia Feld), Las conmemoraciones: las disputas en las fechas “in-felices” (comp. Jelin) y Los archivos de la represión: documentos, memoria y verdad (comp. Jelin y Silva Catela). Pronto saldrá el sexto, que abordará la temática de las marcas territoriales, los monumentos y los memoriales. Posteriormente se publicará otra serie de seis libros que se tratarán temas complejos como “¿qué hacen los militares con la memoria?”, o bien “¿qué hacen los sistemas educativos y cómo incorporan los temas de conflicto y de violencia política en el pasado?”.
“Venía para leer algo más pero antes de entrar me informaron lo que está pasando en Brukman”, arrancó Jelin. “Volvemos a sentir los efectos de la represión en su sentido más literal”, señaló. Jelin fue breve y prefirió darle la palabra a los otros integrantes de la mesa. Degregori se explayó sobre dos conceptos que se trabajaron en el proyecto y que, según su visión, sirven como ilustración de lo que fueron las discusiones. “Nosotros sabemos que los tiempos de la memoria no son lineales, tienen sus propios ritmos”, dijo. El investigador peruano recalcó que otro de los conceptos a desarrollar fue “la batalla de la memoria. No sólo la lucha entre memoria y olvido que después de todo son dos caras de la misma moneda, sino la lucha por la resignificación del sentido de lo sucedido en años de violencia”.
Carlos Demasi, en tanto, brindó un panorama sobre los derechos humanos en Uruguay. Allí se emitió hace unos días un informe en el que “por primera vez el Estado uruguayo reconoce como Estado que los desaparecidos están muertos, que no murieron por casualidad sino que fueron asesinados. Además fueron asesinados cuando estaban prisioneros y no participaban en ningún movimiento subversivo ni nada por el estilo. El informe no utiliza la palabra terrorismo de Estado pero sí está claro que de eso se trata”, afirmó Demasi. Line Bareiro, luego de referirse al descubrimiento de los archivos del terror en Paraguay señaló que “el gran aporte de la investigación es hacia la democracia. Estas investigaciones, en realidad, no son aportes a la historia. Son aportes a la comprensión de las cosas para que podamos profundizar la democracia en nuestro país”.