“Son días extraños en el cine chino”, dice en el catálogo oficial del Bafici Tony Rayns, el crítico que más sabe sobre cine asiático en el mundo entero. Se refiere a la peculiar situación que atraviesa la industria cinematográfica en aquel país, donde hoy en día hay más cineastas underground que realizadores “oficiales”. En la ex China comunista, el cine se le está yendo de las manos al otrora todopoderoso Estado, y una nueva generación de realizadores sale a filmar, aprovechando las facilidades que brinda la liviana tecnología digital. Una buena muestra de esta movida novísima la brinda la sección llamada “Nuevo cine queer de China”, que el propio Rayns curó especialmente para el Bafici.
De las películas que integran la sección sólo una de ellas lleva una firma reconocida. Se trata de Lan Yu, lo más nuevo del hongkonés Stanley Kwan, realizador enteramente desconocido en Argentina a pesar de ser uno de los nombres cruciales de la región. Lan Yu es una love story homosexual de origen sin duda atípico, ya que está basada en una novela por entregas que se conoció primero en Internet. El miedo al que alude Shanghai Panic (ópera prima del joven Andrew Cheng, cuyo segundo opus, Welcome to Destination Shanghai, también pudo verse en el marco de esta sección) es el de un muchacho que atribuye su alta fiebre al sida. Su paranoia se duplica por el temor a ser confinado a una isla-cárcel, a la que el Estado enviaría a los seropositivos. El film más extremo es Enter the Clowns, del activista gay Cui Zi’. Toda clase de identidad sexual queda pulverizada en la primera escena, donde un padre agonizante le pide a su hijo que lo trate de “mamá”, antes de solicitarle una última fellatio. La siguiente escena es una discusión de pareja entre un transexual (actuado por una chica) y su novio. De allí en más, en palabras de Tony Rayns, Cui Z’en “pinta de queer la vida cotidiana de Pekín”.

Lan Yu se verá hoy a las 12.15 en el Hoyts 8. Shanghai Panic, hoy a las 0.45 en el cine Cosmos. Enter the Clowns, viernes 23.30 en el Hoyts 8.