ESPECTáCULOS
› DOLORES CAHEN D’ANVERS Y RAUL KOLLMANN, JUNTOS
“Tenemos un perfil propio”
La dupla que conducirá el nuevo “Zona de investigación” dice que “es un buen momento para decir cosas; hay respuestas rápidas”.
› Por Mariano Blejman
El formato de periodismo de investigación venía siendo un fenómeno en baja en la TV, en un año dedicado al magazine de compromiso social. Pero ahora, Canal 9 reflotó un proyecto que quedó desbandado cuando Daniel Hadad compró el canal y parte de su equipo renunció. “Zona de investigación” volverá mañana a las 22 –en lugar de “Retratos”– con imagen renovada: la conducción será de Dolores Cahen D’Anvers y Raúl Kollmann, en reemplazo de Néstor Machiaveli y Cristina Pérez (hoy en el noticiero de Telefé). Cahen D’Anvers se hizo conocida conduciendo “Zoo” junto a Juan Castro y después con “La hoguera”, junto a Verónica Lozano. Ahora se reemplazará a ella misma, ya que estará en el mismo horario de “Retratos” y su competidor directo será “Puntodoc”, por América. Es la primera vez que Kollmann conduce un programa, aunque pasó en el 9 todas las administraciones posibles: “Empecé con Alejandro Romay, seguí con los australianos, el CEI, Telefónica y ahora con Hadad”, cuenta Kollmann.
–¿Les pesa hacer un programa que tuvo otros conductores?
R. K.: –Ese fue un buen programa, hecho por otra gente. Ahora, el equipo de producción es el mismo equipo que hace el noticiero.
D. C.: –No tenemos una carga especial, ni tenemos por qué hacerle honor a nada. Sólo queremos hacer un buen programa.
–¿Qué puede aportar de nuevo este “Zona...”?
R. K.: –A diferencia del anterior, vamos a estar orientados a mostrar el engaño cotidiano que se les hace a los ciudadanos comunes en el terreno de la educación, la salud, la seguridad. Vamos a mostrar a los mercaderes que se llenan de plata con la buena fe de la gente. Vamos a estar más cerca de la denuncia social que de la denuncia política. Por lo general, la gente más perjudicada es la que tiene menos recursos.
D. C.: –Vamos a tener uno o dos informes centrales y luego tendremos distintas secciones, una sobre la noche y sus personajes llamada “Mapa nocturno”, “Días de otros” con historias de vida y denuncias formales.
–¿Por ejemplo?
R. K.: –Por ejemplo, un colegio privado que estafa a sus alumnos. Pero no queremos adelantar demasiado.
–¿Cuesta hacer periodismo independiente en la primavera kirchnerista?
R. K.: –Al contrario, es el momento de mostrar cómo robaron durante estos años. Un ejemplo es el de las drogas oncológicas: la gente denunció la falta de drogas y dos días después se puso en marcha un operativo para conseguirlas. Con el tema de los desarmaderos la gente hizo un gran escándalo y se puso en marcha otro operativo. Es un buen momento para mostrar lo que pasa, porque hay respuestas rápidas desde el Estado.
D. C.: –Se dan a conocer cosas que permitirán cambiar asuntos cotidianos. El programa puede alertar sobre problemas que pueden ser comunes a muchos y la gente no lo sabe. Pasan muchas cosas que uno supone que suceden y que son demostrables.
–¿El recurso de la cámara oculta seguirá siendo central?
D. C.: –Si se usa la cámara oculta sin rigor, el recurso no tiene razón de ser. Sólo funciona si es necesario para comprobar ciertos ilícitos.
R. K.: –Si la cámara oculta sirve para demostrar una estafa el recurso es lícito. Si está hecho para exhibir la vida privada de otra persona es claramente un ilícito.
–¿Cuál es el lugar del canal frente al programa?
R. K.: –Supongo que nos han convocado porque saben que tenemos libertad e independencia para trabajar.
D. C.: –No encabezaríamos un programa si no nos sintiéramos independientes.
–¿Por qué creen que los eligieron para trabajar juntos?
R. K.: –Supongo que por nuestra independencia. Después de once años de trabajar en el canal, de haber trabajado con tantos dueños distintos saben que conmigo no pueden.
D. C.: –Creo que no les fue fácil encontrar dos personas que trabajen de forma similar, que piensen y actúen de forma similar. Sabemos que el canal, como todos, responde a determinados intereses. Pero hemos adquirido un perfil y no importa quién sea el dueño del medio donde uno trabaja, si podemos mantener nuestro perfil.