ESPECTáCULOS
› ANTONIO CHAVARRIAS, DIRECTOR DE “VOLVERAS”, ANALIZA EL CINE ESPAÑOL
“Hay una nueva hornada de directores”
Ganadora de un premio en el último Festival de Mar del Plata, “Volverás” plantea una confrontación de estilos de vida a partir del reencuentro de dos hermanos. Su director afirma que la historia “será bien recibida en la Argentina”, y traza las diferencias entre el cine madrileño y el catalán.
› Por Martín Pérez
“Por la gran complejidad de los lazos familiares y la búsqueda de la propia identidad, expresados con un preciso estilo narrativo.” Así fundamentó el jurado de la Asociación Mundial Católica para la Comunicación la entrega del premio Signis –anteriormente llamado OCIC– a la película Volverás, en el último Festival de Cine de Mar del Plata. Una de las grandes triunfadoras del evento, la película del director catalán Antonio Chavarrías recibió también del jurado oficial el Ombú a la mejor dirección y una mención a la actuación de su protagonista, Tristán Ulloa. “Aquella experiencia en Mar del Plata fue positiva”, recuerda Chavarrías al teléfono con Página/12 desde Barcelona. “Por eso confío que en su estreno allí la película alcance a llegarle a la gente. Porque creo que tiene todos los ingredientes como para que el público se sienta implicado en su historia.”
La historia de iniciación dentro una familia de confortable bienestar económico, Volverás –una coproducción mexicana protagonizada por Tristán Ulloa (Lucía y el sexo)– narra el encuentro fortuito de Carlos e Ignacio, dos hermanos que llevan seis años sin verse. Cuando Ignacio se cruza con su descarriado hermano mayor, está a cinco días de viajar a Los Angeles a terminar de recibirse como arquitecto. Jugador y bebedor, Carlos es el primogénito que abandonó los honores y la lucha para desaparecer de las charlas de sobremesa de su familia, pero no en el recuerdo de su hermano menor, que intentará acercarse a él antes de iniciar su viaje. “Volverás es una historia emocional, y hay que verla como tal. Es una confrontación de dos formas de ver la vida, algo que también se da en cada uno de nosotros, por eso digo que es una película que puede llegar muy fácilmente a cualquier persona”, opina Chavarrías, un director afincado en Barcelona que comenzó su carrera como guionista y director para televisión. También productor cinematográfico, Volverás es su quinto largometraje como director. “El trayecto iniciático que se narra en el film es el de esos cinco días, que el hermano pequeño recorre en parte fascinado y en parte aterrado por el estilo de vida de su hermano mayor. Pero, más allá de la iniciación, lo que más interesa dentro de la película es el miedo y la atracción que Ignacio siente por el abismo, y en particular esa dualidad escenificada entre los dos hermanos, pero que también convive dentro de Ignacio y dentro de cualquiera de nosotros.”
Admirador del cine de Cassavetes, a la hora de hablar de los referentes cinematográficos de su película, Chavarrías elige nombrar a directores franceses como Eric Zonca (La vida secreta de los ángeles) o Tavernier. “Pero más que por la temática, por la forma que tienen ellos de abordar una historia”, afirma el director, que rodó su película de una manera bastante naturalista, en escenarios urbanos y casi sin iluminación artificial. “Lo que hicimos fue buscar la Barcelona más plausible para la historia que queríamos contar. Si los personajes iban a la universidad, nosotros fuimos a filmar allí. Y para filmar las partidas de cartas clandestinas, fuimos a los únicos lugares de Barcelona donde todavía se realizan”, cuenta Chavarrías, que asegura que todos los extras son gente del lugar, tanto en la universidad como en tugurios del juego. “Las partidas de cartas son reales”, confiesa. “Eso sí, debimos pedirles a los jugadores que les dejasen ganar alguna mano a los actores porque, si no, era algo bochornoso”, se ríe.
Así como Volverás es una película que cobra vida tanto en la puesta en escena como en sus personajes, elige sin embargo matar o morir al apostar por un desenlace intrigante. “Es algo que me sale de una manera natural”, acepta Chavarrías. “Ahora, justamente, estoy escribiendo un nuevo guión y me está sucediendo lo mismo. Cuando empiezo a escribir una historia, casi siempre me interesa más el mundo interior de los personajes, pero luego, poco a poco, comienza a tomar forma la intriga, la trampa. Eso que te hace preguntarte qué pasará. No es algo premeditado, no me digo ‘vamos a crear tensión’. Simplemente aparece. Es algo que creo que viene de las ganas de estar cerca del espectador, una apetencia natural de que esto que uno escribe enganche a la gente. Allí es cuando empieza a crecer la película en esta otra dirección”, cuenta el director, que como buen catalán se sitúa orgullosamente lejos del cine que se hace en Madrid.
“No es que haya una guerra entre las dos ciudades ni mucho menos, pero existe sí una rivalidad histórica, ya que en cada momento de la historia de España cada una jugó un papel bien diferente. Ahora, en lo que se refiere al cine, lo que sucede es que el 90 por ciento de los directores está en Madrid, ya que es el centro de producción de cine más importante. Incluso viven allí los directores vascos, como Alex de la Iglesia, Julio Medem o Montxo Armendáriz. Por eso yo, a la hora de hablar de cine, me siento más cercano a los directores que siguen aquí, como Guerin, Agustín Villalonga o Isabel Couxet”, enumera Chavarrías, que asegura que existe una nueva generación de directores catalanes que dará que hablar en el futuro dentro del cine español.
–Es una nueva horneada de cineastas que dará que hablar. Por ejemplo, con mi productora estamos trabajando en la primera película de Sergi Velvel, un autor teatral muy conocido, que está llamado a ser en el futuro un director muy importante. También están Juanma Balagueró, un joven de treinta y tantos que ya ha hecho dos películas. O, si no, Pau Freixas, que también es muy prometedor...
–¿Qué es lo que une a esta generación catalana, más allá del hecho de ser de allí?
–Yo siempre digo algo, que no sé si compartirán los de Madrid (se ríe). Creo que aquí hay una ambición autoral por encontrar nuevos caminos, y luego hay un mundo visual particular. Me da la sensación de que el cine que viene de Madrid, salvo excepciones, se apoya más en el guión y en lo narrativo, mientras que descuidan lo visual. Y aquí hay un mundo más cinematográfico en ese sentido...
Aun cuando anuncia que su historia está basada en una novela titulada Un enano español se suicida en Las Vegas, de Francisco Casavella, Chavarrías confiesa que Volverás es una adaptación bastante libre, pero respetuosa. “Más que la línea argumental, lo que la película respeta es la esencia de sus personajes centrales, el antagonismo que se crea entre ellos. Pero los personajes secundarios son muy transformados o directamente inventados, y mientras que la novela juega mucho con los tiempos, con los recuerdos de infancia y adolescencia, la película sucede en esos cinco días”, explica el director, que confiesa que Tristán Ulloa llegó a interpretar el personaje del hermano mayor casi de casualidad. “Leyó el guión en la oficina de su agente, pero estaba allí para que lo leyera otra persona. Como le gustó el personaje del hermano mayor, me llamó y dijo que le gustaría hacerlo.”
–Y usted, ¿con cuál de los dos hermanos se identifica más?
–Cuando escribía el guión, entendía muy bien a Carlos, mientras que con Ignacio tenía menos pistas. Incluso a la hora de dirigirlo tenía muchas dudas, no sabía muy bien cómo defender al personaje. Y para ello me ayudó mucho Unax Ugalde, el joven actor que lo interpreta. Porque era un personaje demasiado pasivo y tenía miedo que el otro lo arrasara... Ahora, con respecto a la pregunta, creo que, aunque en algún momento de mi vida estuve cerca de Carlos, ahora tengo que confesar que me identifico más con Ignacio. Aunque, como tengo dos hijos, incluso podría decir que en este momento de mi vida antes que elegir entre Carlos o Ignacio... (se ríe)... me podría identificar más con su padre.