Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles

Apenas 24 horas después de arrasar con los premios Globos de Oro, El retorno del rey se convirtió ayer en la principal atracción de los Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. El anuncio de la 76ª edición de los Oscar destacó a la tercera parte de El señor de los anillos como la gran favorita, con un total de once candidaturas para los premios que se entregarán el próximo 29 de febrero. Su dominio corona una larga trayectoria para esta impresionante saga dirigida por Peter Jackson que, con sus dos entregas anteriores, estuvo presente en la lista de candidatos, pero no se llevó los principales galardones. Es la segunda vez en la historia de estos premios que una trilogía es considerada candidata al Oscar como mejor película en sus tres entregas, como ya ocurrió con El Padrino.
Sin embargo, esta jornada de triunfo para la adaptación cinematográfica de la obra de J. R. R. Tolkien se vio empañada por la ausencia de reconocimiento a su impresionante reparto. Junto con su candidatura a mejor película, la ganadora del Globo de Oro como mejor drama aspira a mejor dirección (Peter Jackson) y mejor guión adaptado, además de un rosario de candidaturas que premian sus aspectos técnicos. Esto mismo ocurre con otros dos films aspirantes como mejor película del año como son Capitán de mar y guerra y Alma de héroes (la primera aún no estrenada en Argentina y la segunda casi ignorada por el público y la crítica cuando llegó a los cines de Buenos Aires, medio año atrás). Ambas, con diez y siete candidaturas respectivamente, son las que aspiran a un mayor número de premios después de El retorno del rey, pero ninguna es reconocida en las categorías de interpretación. Este reconocimiento quedó en manos de producciones más modestas en términos económicos, como Río místico, con un total de seis candidaturas, y Perdidos en Tokio, con cuatro.
La primera consiguió candidaturas para su protagonista, Sean Penn, y para sus actores secundarios Tim Robbins y Marcia Gay Harden, además de para su director, Clint Eastwood. En el caso de Perdidos en Tokio, esta pequeña película centrada en las vivencias de una extraña pareja que se conoce en la capital japonesa convirtió los Oscar en un asunto de familia. El film consiguió no sólo la primera candidatura para Sofia Coppola, directora del film, sino que es la primera vez que una mujer estadounidense aspira a este galardón como realizadora, categoría en la que sólo participaron otras dos mujeres extranjeras: Lina Wertmuller y Jane Campion. Además, la hija de Francis Ford Coppola y nieta del compositor Carmine Coppola mantiene así una tradición familiar que sólo la iguala con otra dinastía de Hollywood como la de la familia Huston, que obtuvo candidaturas y victorias para Walter, John y Anjelica en diferentes categorías a lo largo de la historia de estos premios. Perdidos en Tokio aspira además al Oscar al mejor guión original, también de Sofía Coppola, y al mejor actor (Bill Murray).
El anuncio, realizado por la actriz Sigourney Weaver y el director Frank Pierson, repartió sus mayores sorpresas entre los intérpretes, donde son numerosas las caras nuevas. De hecho, en la categoría de mejor actriz se batió un nuevo récord con la inclusión de Keisha Castle-Hughes por Cazador de ballenas, que a sus 13 años es la candidata más joven de la historia de los Oscar, además del golpe de efecto de esta edición. Su juventud combina con la madurez de Diane Keaton, candidata por Something’s Gotta Give y eterna nominada, que ha conseguido en su carrera un total de cuatro candidaturas al Oscar, una en cada década. Completan la categoría de mejor actriz Saman-tha Morton (In America), Charlize Theron (Monster) y Naomi Watts (21 gramos).
Como mejor actor, el único debutante pese a su larga carrera es Johnny Depp, aspirante al Oscar por La maldición del Perla Negra. Completan la categoría Penn, Murray, Jude Law (Cold Mountain) y Ben Kingsley (House ofSand and Fog). En total, sólo cinco de los candidatos este año en las categorías de interpretación han conseguido el Oscar con anterioridad. En el caso de Renée Zellweger, su candidatura por Cold Mountain como mejor actriz secundaria la convierte en la única intérprete que repite en esta edición de los Oscar tras competir el pasado año.
La nota curiosa la aportó el director brasileño Fernando Meirelles, que declaró que la Academia “se había vuelto loca”, al enterarse de las cuatro nominaciones para el Oscar obtenidas por su película Ciudad de Dios. “Mi primera reacción fue preguntar si repentinamente la Academia no había perdido el juicio”, declaró Meirelles en una entrevista con O Globo por correo electrónico desde Londres, donde filma su próxima película, The Constant Gardener, basada en la novela de John Le Carré El jardinero fiel, con actuación de Ralph Fiennes. “¿Una película en portugués nominada para mejor adaptación de guión? ¿Una película totalmente finalizada en Brasil nominada para categorías técnicas como edición y fotografía? ¿Qué está sucediendo?”, se preguntó Meirelles. Ciudad de Dios, sobre las cortas vidas de los jóvenes de las favelas cariocas, envueltos en las guerras de bandas por el control de la venta de drogas, obtuvo ayer nominaciones en las categorías de mejor director, fotografía, edición y guión adaptado. En el rubro mejor película en idioma no inglés, la argentina Valentín quedó finalmente fuera de las candidaturas, donde se destaca Las invasiones bárbaras, del canadiense Denys Arcand.