La 46a edición de los Grammy, que se realizaba anoche en Los Angeles, tuvo una mancha: la ausencia de músicos cubanos, a quienes el gobierno de los Estados Unidos les negó el visado. El cantante Ibrahim Ferrer se quejó diciendo que esa determinación fue una “provocación y un ejemplo de embargo cultural”. Ferrer señaló: “Cómo pueden tildarnos de sospechosos de ser terroristas? No nos dejan participar porque tocamos música de la época de la Revolución. Los cubanos nos tomamos este insulto como un ataque al pueblo y la cultura cubanas. Intentan hacer un embargo cultural como ya hicieron uno comercial”, declaró. El talentoso artista, que critica que se mezclen la música y la política en este caso, cree que esta “humillación” no quedará sin respuesta y confía en que se produzca una reacción internacional, además de afirmar que “EE.UU. no podrá intimidar al orgulloso pueblo cubano. Mi gran sueño sería viajar a Estados Unidos y volver de allí con un Grammy,. Llegará un día sin bloqueos ni amenazas donde gente de diferentes culturas y países pueda reunirse”, dijo. Ferrer asegura que no conoce personalmente al presidente de Cuba, Fidel Castro, a quien califica de “gran hombre y líder dotado de una hermosa personalidad”, así como “parte importante de la historia de los cubanos”.