ESPECTáCULOS
› HOY SE INICIA UNA NUEVA EDICION DEL FESTIVAL DE CINE DE MAR DEL PLATA
Cambios bajo la sombra del viejo Ombú
Con la proyección de Carandirú, superproducción brasileña dirigida por Héctor Babenco, comienza esta noche la decimonovena edición de la tradicional muestra marplatense, con 150 películas repartidas en doce salas y homenajes a Fernando Solanas y Fernando Birri.
› Por Martín Pérez
Del Ombú al Astor. Ese ha sido el gran cambio del tan discutido Festival Internacional de Cine de Mar del Plata para su 19ª edición, que se inaugurará oficialmente esta noche, con la exhibición de Carandirú, una película brasileña del marplatense Héctor Babenco, el recordado director de El Beso de la Mujer Araña, que ha realizado gran parte de su carrera en Brasil. Sobre el cambio del nombre del premio, Miguel Pereira –director artístico del evento– ha escrito para la gacetilla presentación que la intención es “honrar la memoria del marplatense más reconocido y vanguardista que recorriera el mundo como un mensajero de la cultura argentina: Astor Piazzolla”.
Siguiendo el tren de los reconocimientos tardíos pero insoslayables, tal como reconoce el propio Pereira, los primeros premios Astor que entregará el festival serán para dos figuras fundamentales de la cinematografía local: Fernando “Pino” Solanas y Fernando Birri. Con una trayectoria ya premiada en febrero pasado en la Berlinale, Solanas exhibirá este fin de semana en Mar del Plata su último trabajo, Memoria del saqueo, cuyo estreno comercial está anunciado para antes de la finalización del festival. La obra de Birri, por su parte, será honrada por una retrospectiva de doce títulos, cuatro ellos en fílmico y los restantes en video.
En su segundo año consecutivo como director artístico del festival, la continuidad del director jujeño Miguel Pereira significa también la del perfil regional elegido –al menos nominalmente– para intentar reconstruir la imagen y la esencia de un evento que siempre fue bastante castigado desde su recuperación en 1996. Símbolo de la ostentación menemista –y, sin ir más lejos, de ese Saqueo del que habla la película de Solanas– en sus primeras dos ediciones a todo trapo, y luego termómetro de su rápida decadencia en las tambaleantes ediciones siguientes, el Festival de Mar del Plata logró sobrevivir primero a la eyección de su resurrector Julio Mahárbiz del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales. Y luego a los cimbronazos de la crisis post-De la Rúa, siendo tres años atrás casi el primer acto de la gestión de Jorge Coscia al frente del instituto.
“Hablamos entonces del festival del milagro que devino en todo un ejemplo de cómo seguir adelante en horas tan difíciles”, escribe el propio Coscia en un texto de bienvenida para esta 19ª edición, en la que también se cumplen 50 años desde aquel lejano primer festival fechado en 1954, inaugurado por Juan Domingo Perón y que contó con la presencia de estrellas como Gina Lollobrigida y Errol Flynn. A medio siglo de su nacimiento, entonces, a partir de esta noche y hasta el 20 de marzo, se exhibirán en doce salas de Mar del Plata 150 películas distribuidas en 13 secciones. La más importante de todas ellas es la sección competitiva, cuyo jurado –encargado de entregar los premios Astor de Oro y Plata– será presidido por la actriz y directora portuguesa María de Medeiros. La acompañarán en su responsabilidad el director de fotografía argentino Ricardo Aronovich, el realizador brasileño Domingos de Oliveira –premiado el año pasado con un Ombú por su comedia Separaçoes– y la actriz Ana María Picchio. Completan el jurado la guionista madrileña Angeles González-Sinde, el periodista cinematográfico argentino –radicado en Italia– Ernesto Pérez y el productor anglo-italiano Donald Ranvaud.
Así como es la sección más importante del festival, ya que sobre ella se concentran los premios más importantes, la competencia oficial suele ser la de calidad más despareja. Este año, entre las algo escasas catorce películas que la integran, no deja de resultar curioso que ocho sean de procedencia europea: están representadas desde Italia, Francia y España hasta Croacia, Hungría e incluso Islandia. Además de un representante japonés como el único ejemplo de cine asiático en competencia –esafilmografía continental es la gran deuda de toda la programación del festival, en realidad–, el resto de las representantes vienen de América. El norte está representado por Canadá, mientras que O outro lado da rúa compite por Brasil y Paloma de papel por Perú. Las representantes locales serán dos: Buena vida delivery, del debutante Ricardo de Césare, y Adiós querida luna, del experimentado Fernando Spiner.
Además de los premiados Solanas y Birri y de la presencia inaugural de Héctor Babenco, entre los invitados ilustres de esta edición del festival están anunciados los directores Ken Russell y Bob Rafelson. Cada uno de ellos dará sendas clases magistrales, mientras que de Russell está preparada una curiosa restrospectiva integrada por nueve películas en video, que se exhibirán hacia el final del festival, para coincidir con la presencia del realizador. También se anuncia la presencia en Mar del Plata del actor inglés Alan Rickman y de los directores Philip Noyce, Norman Jewison y el italiano Pupi Avati, entre otros. Otra de las secciones importantes, si se tiene en cuenta la tan mentada orientación latino e hispanoamericana del festival, es América latina XXI, que este año cuenta con sólo diecisiete películas. Entre ellas figura La Cruz del Sur, de Pablo Reyero, que participó de Cannes 2003 y con estreno comercial anunciado para después de la finalización del festival. La sección Ventana Documental, una de las más exitosas y comentadas el año pasado, aparece con apenas ocho películas, una de ellas sobre la vida de Charlie Chaplin y otra sobre la presencia de Howard Hawks en San Sebastián. Uno de los énfasis en la programación de esta 19ª edicion del festival es en la sección Cerca de lo Oscuro, que presenta 12 películas, entre las que figuran el grueso de la representación del cine asiático en Mar del Plata: dos de Corea del Sur y dos de Tailandia. Y no sólo eso: dentro del ciclo se anuncia música en vivo, a cargo de grupos como Los Peyotes y Los Natas.
Pero para los cinéfilos, las dos secciones indudablemente más atractivas serán Punto de Vista y La Mujer y el Cine. La primera es una suerte de virtual festival de preestrenos internacionales y ha sido la gran animadora de las últimas ediciones del evento. Y ese verdadero festival dentro de un festival que es La Mujer y el Cine ha mantenido históricamente un nivel parejo desde que se presenta en Mar del Plata. Ahora con el agregado de un premio propio, destinado a la mejor directora y que será entregado por un jurado presidido por la realizadora estadounidense Susan Seidelman –directora de Buscando desesperadamente a Susan–, La Mujer y el Cine se inaugura con la película francesa Les Marins Perdus, de Claire Deveirs, y anuncia la presencia de la española Iciar Bollain, directora de Te doy mis ojos, película ya estrenada comercialmente en la Argentina.
Un simple repaso por los nombres de los directores de las películas que integran la sección Punto de Vista alcanza para subir la expectativa ante cualquier festival: Bernando Bertolucci, John Sayles, Peter Greenaway, Bruno Dumont, Manoel de Oliveira y Raúl Ruiz, entre otros. De todos ellos, el único con un inminente estreno comercial local es Bertolucci, con Los soñadores. Sayles exhibirá su último trabajo, la coproducción mexicana Casa de los Babys, mientras que del chileno Ruiz llega su homenaje al policial de los cincuenta titulado Une place parmi les vivants.
Dos sorpresas de la sección para los amantes de las historietas son las películas Las aventuras de Mortadelo y Filemón, de Javier Fesser, y Esplendor Americano, un brillante seudo-documental basado en la vida del guionista Harvey Pekar, cuya trayectoria se cruza con la de Robert Crumb e incluso la de David Letterman. Pero la verdadera gema de esta sección es la inclusión del demorado cortometraje Destino, realizado por Walt Disney junto a Dalí y que descansase durante décadas en los archivos de la empresa norteamericana hasta que el sobrino del realizador decidió finalizarlo el año pasado.
Subnotas