Una etapa acaba de concluir en Canal 7, mientras se rumorea el desembarco de los empresarios Héctor Ricardo García y Alejandro Romay a puestos clave de su estructura: los tres conductores de sus noticieros fueron apartados de sus labores por una decisión de la conducción del multimedios estatal, que centraliza Marcelo Simón. Antonio Fernández Llorente, que conducía la edición del mediodía de Noticiero 7, y Lana Montalbán y Franco Salomone, que eran los responsables del noticiero central vespertino, recibieron una notificación verbal del nuevo gerente de noticias, Tico Rodríguez Paz, sobre su salida del aire antes de ser desplazados efectivamente. “La situación es de una desprolijidad notoria: nos informaron en un pasillo de una decisión de arriba, sin una notificación formal por escrito, como marca la ley”, dijo uno de ellos. La decisión de las autoridades del canal fue no renovar los contratos, de vencimiento trimestral o mensual, según los casos, a los conductores y a los columnistas de los noticieros. A todos ellos el canal les debe entre tres y seis meses de sueldo. Pero este paso es parte de una estrategia global, que consiste en que el canal sea un canal oficial antes que un canal del Estado.
En un paso anterior, el canal había apartado de la Gerencia de Noticias a Daniel Frescó y Gustavo Saieg, que están a punto de iniciar una demanda legal, ya que primero los licenciaron por unas semanas y luego intentaron despedirlos sin pagarles indemnización. Los trabajadores de la emisora se reunieron ayer en una larga asamblea para analizar el nuevo estado de las cosas, que incluye rumores de que el dueño de Crónica se haría cargo de la conducción periodística del canal, en tanto el ex dueño de Canal 9 podría manejar la parte artística. En cuanto a los dos noticieros, lo que se ve en pantalla es una notoria duhaldización de su línea periodística, una especie de retorno al pasado en que el canal del Estado era sinónimo del canal del Gobierno. “La idea con el actual noticiero es que transmita ante todo las buenas noticias que existan y no enfatice las malas, de tal manera que opere sobre la sociedad como un brazo de comunicación de un gobierno que busca soluciones a una situación crítica”, dijo ayer a Página/12 una fuente del equipo que desde la Casa Rosada maneja la presencia del presidente Eduardo Duhalde en los medios. La tesitura con que se armó en 1999 un equipo netamente profesional de presentadores de noticias era limpiar al canal de su imagen anterior, en el que oficiaba como vocero del gobierno (en ese caso de Menem).
Los conductores fueron notificados el miércoles pasado por Rodríguez Paz de una decisión que le bajaba la conducción del canal, en manos de Alfredo Scalise: sus contratos no serían renovados al terminar marzo. Los tres, así como los columnistas, trabajaron normalmente jueves y viernes, pero al presentarse a trabajar el lunes, ya que no habían sido notificados ni por carta ni por telegrama –como indica la ley, y reza en el texto de sus contratos–, fueron anoticiados de que no podían realizar sus tareas habituales. Rodríguez Paz dispuso que la edición matutina fuese conducida por Pedro Dizán y Gabriela Castaño, en tanto Pablo Viña y Karina González se hicieron cargo de la nocturna. Rodríguez Paz mismo está en una situación legal compleja, ya que ejerce funciones habiendo cobrado una indemnización, se dice que muy importante, cuando se acogió al retiro voluntario luego de que en 1999 llegaron al canal los funcionarios del gobierno de la Alianza. Rodríguez Paz era considerado por esos funcionarios, que eyectaron junto al gobierno de la Alianza, una especie de símbolo del menemismo en el canal. Hay reglamentaciones internas de las empresas del Estado que impiden que los funcionarios que cobran indemnizaciones vuelvan a ser contratados.
Tanto García como Romay han expresado en las conversaciones sobre el 7 que entienden que el problema principal es la sobredimensión de su personal, un discurso predominante en el medio, ya que una parte central del presupuesto se gasta en sueldos. El gobierno anterior, cuando llegó, abrió una lista de retiros voluntarios, lo que resultó un tiro por la culata a sus intereses: buena parte del personal técnico más valioso se fue del canal. Las autoridades que encabezan Scalise entraron con el pie derecho en la complicada relación histórica con los gremios del canal, ya que liberaron una restricción de horas extras impuesta por sus predecesores, que había generado, entre otros trastornos, que el noticiero de las 21 fuese mudado a las 19.