Hubo un tiempo en que el significado de la palabra “jazz” era preciso. Había diferentes estilos, por supuesto. Pero, con claridad, cuando se hablaba de jazz se estaba hablando de una manera particular de acentuar, de un color tímbrico en las voces e instrumentos, de ciertas escalas, de acordes particulares y, obviamente, de la improvisación como principio constructivo. A lo largo de un poco más de ochenta años, el género fue liberando cada uno de estos parámetros: se independizó el ritmo; se incorporaron ritmos de otras procedencias, se llegó a hacer música que, como la producida por las vanguardias de las décadas de 1950 y 1960, pareciera sin ritmo en absoluto e, incluso, a veces, se dejó de improvisar. Y sin embargo, el jazz sigue existiendo. Pero esa palabra, hoy, en lugar de un estilo o un conjunto de normas estilísticas, denomina más bien una enciclopedia. Algo es jazz, simplemente, cuando dialoga con esa tradición.
Por eso, nadie tiene dudas acerca de que no podría haber una apertura mejor para un festival de jazz realizado en la Argentina que la actuación de Dino Saluzzi, un bandoneonista salteño cuyas fuentes más evidentes son el folklore de su provincia y el tango. ¿Qué es lo que hace que su música resulte absolutamente pertinente en un festival de jazz? La improvisación, desde ya. Pero, también, una idea acerca de la forma musical explotada, abierta en mil direcciones y expandida por esas improvisaciones. Por esos solos. Que el festival, en este caso, se llame Buenos Aires Jazz y otras músicas refuerza esa noción de apertura. Y los más de 80 conciertos, sumados a los videos de creadores de la altura de Miles Davis, John Coltrane o Bill Frisell que se proyectarán, las mesas redondas y las clases magistrales de músicos fundamentales del género, que a partir de hoy y durante diez días transformarán la vida musical de la ciudad, van en ese sentido.
En su tercer año consecutivo, este festival, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, presentará un panorama sumamente variado y representativo de distintas tendencias del jazz y de músicas relacionadas con él, desde el jazz tradicional más antiguo, representado por la Creole, la Louisiana, la Caoba y la Fénix Jazz Band, hasta algunos de los músicos más importantes del espacio creativo actual, como el saxofonista Luis Nacht, el contrabajista y cellista Mariano Otero o el bajista Marcelo Torres. Dentro de los clásicos, se presentarán los Swing Timers –grupo de pioneros del género, que el año próximo cumplirá 50 años de actuación interrumpida–, el dúo de pianos de Jorge Navarro y Guillermo Romero, Néstor Astarita y su cuarteto, el dúo de Javier y Walter Malosetti, Lito Epumer y Armando Alonso, el trío de Bernardo Baraj y la BAC Big Band –orquesta de ciegos dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación–. También habrá lugar para diversas fusiones: de jazz y candombe (Ricardo Nolé Trío y Daniel Maza Trío); de jazz y música ciudadana (Carlos Cutaia, Che Trío y El Terceto); de jazz con música latina y folklore (Quintino Cinalli, Alejandro Herrera, Gordöloco Trío, Alejandro Santos, Cuartoelemento, Carlos Campos Cuarteto, Ernesto Dmitruk y Ernesto Snajer) y de jazz y funk (Patán Vidal y Giusti Funk Corp.).
Asimismo, habrá cantantes con repertorio propio y standards: Roxana Amed, Eleonora Eubel y Ligia Piro.
Dentro del rock-blues, se presentarán grupos como el del ex tecladista de Los Gatos Ciro Fogliatta y el de Diego Mizrahi, y la música experimental estará representada por el notable trío Nisenson-Kabusacki-Dawidowicz. Y, como cierre, estarán dos de las figuras ejemplares de la música popular rioplatense, los uruguayos Hugo y Osvaldo Fattoruso, que actuarán junto a su compatriota, el bajista Daniel Mazza. La larga trayectoria de los Fattoruso comenzó en Buenos Aires a principios de los ’60 con Los Shakers –un grupo que, intentando seguir el camino de LosBeatles tuvo logros de gran nivel, como el álbum La conferencia secreta del Toto’s Bar– y siguió con Opa Trío en EE.UU. –aportando novedad al mundo del entonces llamado jazz-rock, con su incorporación de elementos de candombe–. Hugo Fattoruso fue, por otra parte, el orquestador de Milton Nascimento, entre otros músicos brasileños.
Una característica de este ciclo es que dará espacio a grupos y solistas todavía poco conocidos, como el Fernando Marrone Jazz Cuarteto, el Fernando Rusconi Trío, Damasia y Navegantes, Jazztradamus, Hot Club de Boedo, Walter Coronda, Los Hermanos Massolo, Maldonado Jazz Trío, Mancebos, Javier Cohen Grupo, Marcelo Gutfraind, Nahuel Litwin Cuarteto, Marcelo Del Paggio y Enjazztre, entre otros, que se presentarán los fines de semana a partir de las 15. Por otra parte, la mayoría de los artistas que actuará en Buenos Aires Jazz y otras músicas estarán presentando en esta oportunidad sus CD, muchos de ellos grabados en sellos pequeños y productoras independientes. Entre las clínicas de capacitación se destacan las que dictarán Ricardo Lew (Guitarra jazz y otras músicas), Juan “Pollo” Raffo (Composición de música popular contemporánea), Daniel “Pipi” Piazzolla (Batería contemporánea), Alejandro Santos (Improvisación para instrumentistas y cantantes) y Marcelo Torres (Bajo: improvisación en jazz). El festival se desarrollará en la Carpa Cultural en El Dorrego (Dorrego y Zapiola) y el Espacio Cultural Carlos Gardel (Olleros 3640), con una excepción: el concierto del próximo martes 18, en el Teatro Presidente Alvear, que forma parte también del ciclo Discos vivos y en el que participarán tres de los grupos que graban en el sello independiente BAU: el quinteto de Fernando Tarrés, el quinteto de Luis Nacht y el septeto de Mariano Otero. Un dato a tener en cuenta es que, en estos dos últimos grupos, toca uno de los mejores pianistas argentinos del momento: el genial (y jovencísimo) Francisco Lo Vuolo. El juego quedará abierto hoy a las 19, en el Espacio Cultural Carlos Gardel, con la proyección de videos del cuarteto de Coltrane (con McCoy Tyner, Jimmy Garrison y Elvin Jones) y del Art Ensemble of Chicago, en un ciclo organizado por el programa televisivo Tribulaciones. Y a las 21, en el mismo lugar, será el turno de Saluzzi. El grupo estará integrado por él en bandoneón y voz, Félix Saluzzi en saxo soprano, tenor y clarinete, Matías Saluzzi en bajo eléctrico y Jorge Savelón en batería y percusión.