ESPECTáCULOS
Circuito alternativo para que el cine llegue a todos los jóvenes
“Cine y Educación” es una iniciativa privada que impulsa la circulación de películas en cines, pero a un precio muy bajo.Está destinada a comunidades educativas y barriales.
› Por Oscar Ranzani
Frente al avasallamiento del cine extranjero, más precisamente norteamericano, el cine nacional –a pesar de que pasa por un período de creatividad importante– pierde espacios en las salas convencionales que, en muchos casos, no sostienen a las películas argentinas más allá de una semana, condenándolas al exilio comercial. Frente a esta situación, “Cine y Educación”, una iniciativa privada e independiente fundada este año por Andrea Talamoni, licenciada en Educación y psicóloga, y Marina Rubio, licenciada en Comunicación Social, encontró un circuito alternativo que garantiza, en parte, la estabilidad de las proyecciones argentinas (aunque no renuncian a exhibir cine extranjero). El proyecto consiste en gestionar funciones para grupos de estudiantes a precio reducido. Apunta a alumnos de Educación General Básica (tercer ciclo), Polimodal, Educación de Adultos, Educación Superior, universidades y, en algunos casos, a movimientos barriales. La película que seleccionan se asegura de llegar a otro tipo de público que el que va al cine habitualmente, puede ser usada como material didáctico y, además, tiene una mayor llegada al interior y se sostiene más tiempo.
Entre los objetivos de “Cine y Educación” se destaca el “poder estimular a los docentes para que utilicen el lenguaje audiovisual en el aula como una herramienta más de aprendizaje”, señala Talamoni. “En algunos casos, el docente utilizará la película como disparador de un tema, en otros será para el debate o bien, para comparar. Pero siempre se puede ver la obra fílmica desde muchos lugares. Y esto es lo que nosotros pretendemos: que el lenguaje audiovisual realmente se incorpore al aula, porque eso va a permitir también que los chicos desarrollen esa capacidad crítica que necesitan frente a los medios”, destaca.
La película que está exhibiendo actualmente “Cine y Educación” es Memoria del saqueo, la última producción de Fernando “Pino” Solanas. “El cine es uno de los lenguajes con mayor incidencia en la formación cultural y educacional hoy en la sociedad. Las metodologías educacionales más avanzadas incorporan el audiovisual y el cine”, comenta el director de La hora de los hornos. “Por lo tanto, la iniciativa de este nuevo grupo ‘Cine y Educación’ es excelente”, destaca.
Para Solanas, estos espacios permiten, a la vez, defender el cine nacional. “Es una masacre. Hay una avalancha: existen muchas más películas que posibilidades de llegar a la audiencia. El cine extranjero desembarca y ocupa todo. Nosotros tenemos una gran producción: 50 películas al año. Ahora, ¿cuáles son las formas de protección de ese cine que no tiene tantas defensas como para poder luchar con la competencia extranjera? Ni qué hablar la película de un joven director. Entonces rige un sistema de medias que es implacable. Desembarca Cristo y uno siente que llegó Satanás”, grafica. Solanas recuerda que la Ley de Cine vigente “habla de la necesidad de defender una cuota de pantalla en todas las salas. Tiene que haber una cuota de pantalla para el cine nacional. Eso no está reglamentado ni se aplica”.
Solanas insiste en que tiene que haber un porcentaje: “El Instituto ha desarrollado una excelente política, que es reflotar salas o hacer acuerdos para tener espacios en el interior para el cine nacional. Eso es excelente porque en el interior hay ciudades en que murió el cine, que no hay ni un solo cine. Todo eso es excelente, pero tampoco es bueno que el cine nacional cuente sólo con los espacios del cine nacional porque es convertirlo en ghetto. Acá hay que exigirles a los multicines y a los shoppings. Por lo menos un 25 por ciento de los espacios lo tiene que cubrir el cine nacional”.
A través de este sistema, el film se está proyectando en el Hoyts Abasto y Espacio Incaa en la ciudad. Por otro lado, se exhibió en Santa Fe, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba. Actualmente, “Cine y Educación”gestiona la difusión en San Luis, Mendoza y Salta. “No se van a proyectar en escuelas”, aclara Talamoni. “Nosotros creemos que el hecho de que la escuela vaya al cine es muy importante como hecho cultural en sí mismo. Realmente creemos que estar en una sala de cine a oscuras, en grupo, no es lo mismo que ver la película en video”, subraya. Para Pino “es una idea muy innovadora que permite complementar y llegar a sectores que generalmente quedaban marginados del cine”. “Si hay un 55 por ciento de familias por debajo de la línea de pobreza, hay que pensar cuántos de esos chicos van al cine. El cine es el único lugar donde uno puede gozar el espectáculo: en la pantalla grande, en una muy buena proyección, bien sentado y con mejor sonido. Para un chico, que vos le digas: ‘Hoy en horario de clase va toda la escuela a ver una película’, a la sala donde él quiso ir y, a veces, va una vez al año si es que va, es muy bueno”, reflexiona Solanas.
Talamoni resalta que “otra cosa que realizamos desde ‘Cine y Educación’ es buscar financiamiento para escuelas carenciadas. Entonces vamos con propuestas a distintos grupos como Fundaciones, ONG, empresas, a proponerles colaboración para aquellos chicos que no puedan pagar 2,50 pesos. Favorecer la igualdad del acceso a la cultura nos parece muy importante”. Además, Solanas comparte proyecciones previas con docentes para que los profesores estén preparados cuando vean la película con sus alumnos.