ESPECTáCULOS
› MAÑANA COMIENZA EL FESTIVAL “LA RISA EN LA BOCA”
La cabalgata de Los Macocos
Con La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, el grupo abre cuatro meses de reposiciones en el Teatro de la Ribera.
› Por Hilda Cabrera
Bajo el lema La risa en La Boca, el grupo Los Macocos inicia una temporada con cuatro de sus espectáculos abriéndole camino al festejo de sus veinte años de trayectoria en conjunto, que se cumplirán en 2005. En los años pioneros, la línea de este equipo era básicamente la del clown y sobre temas acordados, que acostumbraban desarrollar directamente con el público, según recuerda hoy Javier Rama, director de esta banda de teatro que integran los actores Daniel Casablanca, Martín Salazar, Marcelo Xicarts y Gabriel Wolf. Aquel trabajo inaugural se llamó simplemente Macocos! y se ofreció primero en el Teatro del Parque y luego en el Centro Cultural Rojas. Después hubo más, seguidos todos al nombre de Macocos (Chou, Mujeres y Rock, Adiós y buena suerte, y Geometría de un viaje). En 1996, el título fue Macrocrisis, y comenzaron las antologías, como Guiso de Macocos.
Capaz de investigar con melancólico humor un suicidio colectivo de pingüinos y bautizar de modo inaudito a un grupo de militares y un civil en Continente viril (sargento primero Elbio Omar Benítez, coronel Julio Meléndez, Dr. Esteban Sosnowski y Alberto Perrupato), el grupo se apresta a reestrenar este viernes a las 20 una de sus piezas más pulidas: La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi. La presentará en el Teatro de La Ribera (Av. Pedro de Mendoza 1821) y a modo de avant première, puesto que para el público la apertura del festival se realizará el jueves 19, a las 19.30. El texto pertenece a Xicarts, Rama y Jorge Maronna, con aportes de los otros Macocos, y la dirección y puesta de Rama. Las funciones de este espectáculo –que cuenta con un equipo técnico de primer nivel– se extenderán hasta el domingo 5 de septiembre (jueves y viernes a las 19.30, sábados a las 20 y domingos a las 18.30, con entrada a ocho pesos y a cuatro sólo los jueves).
En diálogo con Página/12, el director Rama –en este caso también autor de las letras de las canciones– cuenta que los temas son elegidos entre todos y que la estructura de los espectáculos pasó de tener un color “doméstico” a otro más espectacular. Lo ejemplifica con Los Albornoz (Delicias de una familia argentina), otra obra que se verá en el festival, donde además de complementar distintos tipos de actuación (característica que no es nueva en ellos) se introduce el video y se ensancha el espacio del escenario al incorporar tiempos reales y convertirlos en ficción dentro de la ficción. “En Los Albornoz... homenajeamos al teatro de estilo y en Continente viril convocamos a un autor contemporáneo, Alejandro Acobino”, precisa Rama.
–¿Cuál es la propuesta del grupo hoy?
–Apuntar a un público cada vez más amplio. Desde que trabajamos en salas oficiales logramos que el espectador no sea solamente el joven. Nos viene a ver gente de toda edad. Esos espacios nos obligaron también a adoptar técnicas más complejas: teníamos más elementos a nuestra disposición y tampoco éramos los de veinte años atrás.
–¿Qué pasó con el humor?
–Lo mantuvimos, pero incorporando zonas melodramáticas y hasta trágicas. Comenzamos a introducir opiniones como parte de nuestra estética, de un estilo que entroncamos con el del cómico rioplatense. En los cuatro espectáculos que presentamos en el festival, la intención es invadir el espacio vacío que se halla entre el escenario y la gente. En ese sentido nuestras obras son una excusa para perpetrarlo.
–¿Por qué eligieron estas cuatro obras?
–Creemos que son las más acabadas de nuestro repertorio. Dejamos afuera Androcles y el león (versión hecha en 1999 sobre la pieza homónima de 1912 del irlandés George Bernard Shaw) porque para escenificarla necesitábamos contar con todo un elenco.
–¿Cuál es la fórmula que mantiene al grupo unido?
–Hace tiempo que decidimos darnos licencias para, si lo deseamos, trabajar cada uno en otros proyectos. Este acuerdo nos sirvió para desarrollarnos en otras áreas y enriquecernos junto a otros actores y directores.
–¿Cómo fue el primer público de Los Macocos?
–Nos venía a ver gente muy joven, adolescentes... También nosotros lo éramos. Nuestra inquietud artística era la de unos muchachos de 20 y 22 años. Es muy distinto hoy que rondamos los 40 y nos contactamos con el espectador de otra manera.
–¿Las obras se verán modificadas?
–No, porque la idea es volver al repertorio. Lo que tal vez modifiquemos en la propuesta que tenemos pensado hacer en el verano es el orden en que se ofrecerán las obras. En lugar de una por mes, como en este festival, pensamos en una distinta cada día. Veremos. Esto se puede hacer si tenemos dónde.
–¿Preparan alguna nueva obra para el festejo de los 20 años?
–Estamos en eso. Pensamos organizar también un festival con los shows de los primeros años, los paleozoicos. Las dos nuevas obras que esperamos estrenar estarían en la línea del show, del humor directo, que no quiere decir puntual respecto de la realidad que está presente en nuestro trabajo, a veces de un modo no consciente.
Subnotas