”Cuando uno crea un personaje fijo llega un momento en el que el personaje ya no es utópico, se vuelve independiente”, explica el escritor español Manuel Vázquez Montalbán. “Y cuando le haces hacer cosas que él no quiere hacer o decir, el personaje chirría. Ahí te das cuenta de que has creado algo que escapa un poco a tu propio control, que tiene cierta independencia, cierta vida propia. Eso lo noté con mi Pepe Carvalho: cada vez toma más poder.” Acaso por esta especie de ida y vuelta es que a Vázquez Montalbán le resulta tan complicado desprenderse de su más famosa creación literaria. A treinta años de haberle dado vida en la novela experimental Yo maté a Kennedy (1972), el también ensayista vuelve a utilizar al detective Pepe Carvalho para satisfacer una pasión que va más allá de la literatura: la gastronomía. Bajo el título de “Pepe Carvalho, detective sibarita”, el escritor recorre los restaurantes que alguna vez frecuentó el personaje literario que protagonizó, bajo su puño y letra, más de 20 obras, entre novelas, relatos y libros de cocina. El programa comienza esta noche a las 23.30 por la renovada pantalla de la señal de cable Elgourmet.com.
Con la cámara enfocando una habitación decorada solamente con un pequeño escritorio de madera, el programa comienza con una introducción directa de Montalbán, quien busca dejar en claro la idea del ciclo. “Este es el despacho de Carvalho y el punto de vista que ofrece el detective a lo largo de todas las obras en las que fue el personaje central. Y también para este programa, porque este motivo visual le permitirá recordar al espectador que los ojos que contemplarán esta realidad son los de Carvalho.” Tras esta aclaración (que se presenta como descubrimiento visual para los fervientes seguidores de la obra del escritor catalán), Montalbán se dirige por las pequeñas calles de las afueras de Barcelona hacia el restaurante Casa Leopoldo, lugar frecuentado por el escritor en la realidad y por Carvalho en la ficción.
“Casa Leopoldo es una parada obligada de cualquier trayecto carvalhiano. Es un restaurante emblemático, como una isla de gastronomía en pleno corazón de un barrio pobre, degradado, de obreros”, cuenta en este envío el escritor de Tatuaje, Los mares del Sur, Asesinato en el Comité Central, Autobiografía del general Franco y Quinteto de Buenos Aires, entre otros libros. El restaurante, conocido entre los habitantes de la ciudad como “el paladar de la memoria”, es una antigua casona que, a pesar del proceso modernizador que envuelve al barrio catalán, conserva el sentido de la tradición.
Aunque el programa no deja nunca de indagar sobre la historia del restaurante y los principales platos de comidas que se pueden saborear en la casa que hace de anfitriona, “Pepe Carvalho, detective sibarita” es un espacio que el conductor se esfuerza en llevar en cada charla hacia otro lugar: el de las costumbres y tradiciones que permanecen en lugares que su creación literaria alguna vez recorrió. Así, por ejemplo, el programa pasa de mostrar las especialidades del lugar a explicar el significado que el pan con tomate tiene para la comunidad catalana (que Montalbán define como “signo de identidad de la catalanidad” junto al Barcelona Fútbol Club, la virgen Moraneta y el valle La Sardana). Temas que jamás escapan al universo del detective que su creador utilizó en varias obras para bucear por la realidad social de España y otros países.
“Cuando diseñé el personaje de Carvalho pensé en mechar mis tics de conducta con mi historia personal. Que sea alguien como yo, para poder describir correctamente la memoria del personaje”, cuenta Montalbán en el programa. “Para Carvalho, Casa Leopoldo era el lugar necesario. Un lugar que más allá de ser de encuentro, es de una cotidianidad enamorada. Por eso Carvalho viene a este restaurante en varias novelas y relatos. Y siempre invita a algún otro personaje, ya que éste es su terreno”, detalla.