ESPECTáCULOS
› CHARLY GARCIA GANO EL GARDEL DE ORO
Charly ya es Gardel
La estrella de la noche llegó recién sobre el final de la fiesta y apenas musitó un gracias sobre el escenario. León Gieco, Los Chalchaleros, Alfredo Casero y Diego Torres también vencieron.
Hubo que esperar hasta muy entrada la madrugada para saber que Charly García recibía el premio mayor en la ceremonia de entrega de la cuarta edición de los Gardel a la música, organizada por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas, Videogramas y sus Reproducciones (Capif). García, que no estaba nominado en ningún rubro y que en anteriores ediciones había protagonizado incidentes –una vez se retiró a mitad del show, el año pasado no llegó nunca aunque lo esperaban–, arribó al teatro Opera muy pocos minutos antes de que fuera anunciado su Gardel de Oro. Subió al escenario con un vaso en la mano, vestido con pantalón y remera negros y un largo sobretodo azul de cuero, que remitía inevitablemente a la bandera británica (parecido al que lució David Bowie en la tapa de su disco Earthling). Mientras lo aplaudían, García hacía gestos, como un boxeador rumbo al ring enojado con su propios fans.
Luego de recibir del manos del titular de Capif el Gardel de Oro, García se golpeó el pecho con el dedo pulgar de su mano derecha, mientras se tocaba los genitales con la mano izquierda, frente a las cámaras de Canal 13, que transmitía una ceremonia que promedió los 22 puntos de rating. Más tarde explicó su actitud: “No comparto la forma en que se otorgan estos premios, los entregan como si fueran un examen. Es un poco loco pensar en un acto donde la industria premia a los artistas y deja de lado a la electrónica, que también es una forma de hacer música”. León Gieco, ganador de dos Gardel (Artista Masculino de Rock, Diseño de Portada), había pronunciado ya un politizado discurso de agradecimiento (ver aparte) y se aprestaba a cerrar la noche con una versión colectiva de “Sólo le pido a Dios”.
Ese momento marcó el final de una velada agitada, entre otras cosas, por la abdicación irónica de Alfredo Casero, ganador en el rubro Revelación. “Yo ya tengo otros tres discos anteriores. No soy revelación”, se enojó Casero antes de montar un pequeño número de indecisión entre recibir o no la estatuilla. Finalmente la dejó. Con éste, Casero ganaba cuatro premios por su disco Casaerius: al de Revelación debe sumarse el de Realizador del Año, Mejor Videoclip y Canción del Año por la balada cantada en japonés “Shimauta”. La otra curiosidad es que resultaron premiados Los Nocheros, a pesar de su renuncia a todas las candidaturas que ostentaban porque “se discriminó todo lo que sea folklórico o de raíces argentinas”, según explicaron. Diego Torres también logró dos premios, en las categorías Mejor Artista Masculino Pop y Album del Año por su CD Un mundo diferente. El grupo femenino teen-pop Bandada, resultó el gran derrotado: no ganó ningún premio aunque figuraban nominadas en tres categorías. El premio Gardel a la Trayectoria fue para Los Chalchaleros, por sus 52 años de carrera ininterrumpida. Durante la ceremonia, actuaron Alfredo Casero, Diego Torres, Memphis la Blusera, Soledad, Luciano Pereyra, El Arranque, Catupecu Machu y Bandana.
“Gardel, al único que le daría bola es a mí”, afirmó García en una entrevista con los movileros que lo esperaban al terminar la ceremonia, Del premio recibido: “No sé si a Gardel le gusta esto, bueno... está muerto y de todas maneras no me va a criticar nada, no”. De la posible influencia del zorzal criollo sobre su música contestó: “Yo hago estatuas de él, obvio, sino no sería argentino”. Le preguntaron qué significaba Gardel en su vida, en qué lo inspiraba y contestó: “Tuvimos un romance bárbaro... es casi tan famoso como yo. Yo creo que es ok, muy ok. Aguante Gardel”. Insistieron: ¿le dedicaría el premio?. “El está dentro mío... cagándose de risa”, replicó. Cuando le recordaron que era el ganador del mismo premio que ya obtuvieron Mercedes Sosa, León Gieco y Sandro, ironizó: “Es posible entonces que esté entre los grandes de la música argentina”. Más serio, agregó que “no vamos a descubrir nosotros lo que significan Mercedes, Gieco o Sandro para la música, a lo mejor lo mío me queda un poco grande”. Cuando llegaba su turno para subir al escenario, el presentador Roberto Pettinato lo había presentado con una sola palabra: “Dios”.
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