ESPECTáCULOS
› NINGUN CANAL SE PRESENTO A LA LICITACION DE APTRA
Los Fierro parecen oxidados
La conflictiva relación entre los canales y la entidad que organiza los Martín Fierro parece haber explotado este año: no hay postulantes para transmitir la fiesta de entrega de los galardones, cuyas ternas ya están votadas.
Los Premios Martín Fierro están hoy en el limbo, por primera vez en la historia: ningun canal se presentó a licitación para su televisación. Los directivos de Aptra, luego de un largo cabildeo, resolvieron tercerizar las gestiones para la resolución del problema y cedieron los derechos a una empresa que intentará colocar la fiesta en alguno de los canales de aire. La ausencia de ofertas en la licitación grafica el nivel que alcanza la crisis económica de la televisión, pero además es parte evidente de la encrucijada en que se encuentra la relación de los organizadores del premio con los canales. Como están las cosas hoy, de realizarse la ceremonia, sería sin televisación, como ocurría allá lejos y hace tiempo, antes de que la fiesta de los periodistas que se desviven por las estrellas se convirtiese en un bocado de cardenal para los canales. Los tiempos en que Telefé, por ejemplo, pagaba 600 mil dólares para transmitir una ceremonia en que se premiaba su propia programación, ante todo, parecen ahora de la prehistoria.
Los socios de Aptra, muchos de ellos conductores y columnistas de programas de televisión y radio, han estado durante toda esta semana de campaña, rasgándose las vestiduras por la sorpresa que trajo aparejada la licitación. Sin mayores pruritos, hacen un lobby bastante obvio por aquello que denominan “La gran fiesta de la televisión argentina”, machacando con el hecho, cierto, de que suele garantizar al canal que la emita un rating altísimo, que raramente baja de 30 puntos y hasta puede superar los 50, en los picos de emoción. Lo que no dicen, en general, es que vender la transmisión es el gran negocio anual de la asociación que integran. Que de esa venta se pagan los sueldos de los directivos que luego pasan un año completo... planeando cómo organizar la fiesta siguiente. Lo que se difunde como un acontecimiento que debería interesar al país entero es, en realidad, el negocio de una parte de los pocos más de 120 afiliados que votan.
Hay un punto que es central para entender lo que pasó con la licitación, que es la credibilidad del premio, seriamente cuestionada luego de las últimas dos entregas. De hecho, varios de los nombres más importantes del medio, nucleados en una Cámara de Productores Independientes de Televisión, Capit –entre ellos Marcelo Tinelli, Adrián Suar, Mario Pergolini, Mariano Grondona, Carlos Rottemberg, Luis Majul– evaluaron durante todo el año pasado la posibilidad de crear un nuevo premio, limpio de objeciones y de dudas sobre el origen de las nominaciones. El virtual boicot de los canales a la licitación de los Martín Fierro 2002 no hace otra cosa que fortalecer la tesis de esos productores, que tienen un lobby poderoso: las bases para crear un nuevo galardón están en la propia realidad.
Si Canal 13 no licitó es obvio que eso es parte de la política de su gerente artístico actual, Adrián Suar, que no deglutió aún que Aptra le haya negado el premio mayor del año pasado, cuando para medio mundo lo merecía ampliamente. Como se recordará, Aptra le concedió esa noche por segunda vez el Martín Fierro de Oro a Nicolás Repetto, mientras Suar miraba la escena desde una mesa plagada de caras de extrañeza. Esa misma noche, Tinelli se indignó porque los organizadores lo habían ubicado al fondo de la sala, casi junto a los invitados de relleno. La postura de Telefé ante los premios no parte de un enojo, sino de una crítica realidad económica y artística, agravada por la negativa de Tinelli de la semana pasada a comenzar la temporada 2002 de “El show de Videomatch”. Azul y América, por su parte, no creen lógico erogar dinero, que no les sobra, para pagar una fiesta en que nadie les garantiza que sumen demasiados galardones. El 7 pasaría con mucho gusto los Fierro –de hecho el año pasado su programación del 2000 ganó siete– pero si le sale gratis, como pasó con la reciente transmisión de los Oscar.
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