Villa María, ciudad de peñas y folklore, trocará su habitual tendencia gauchesca por guitarras distorsionadas de urbe, poesía rocker y sonido power –metal y del otro– recibiendo en su tradicional anfiteatro a Divididos, Rata Blanca, Vicentico, Luis Alberto Spinetta y Charly García. La cita es mañana a las 19 horas en el escenario Hernán Figueroa Reyes, donde hace 35 años se realiza el Festival Nacional de Peñas, y las entradas oscilan entre 10 y 25 pesos. “Si bien es el escenario donde se realiza anualmente el Festival de Peñas, por aquí han pasado también dos de las más grandes bandas del rock nacional como Los Redondos y La Renga, y tocaron dos veces cada una”, recuerda a Página/12 Horacio Lucero, uno de los organizadores de la movida. El escenario Figueroa Reyes fue creado en 1968 y remodelado en 1996. Cuenta con capacidad para 12 mil personas y se eleva a la vera del río Calamuchita.
Buscando un lugar dentro de la ola festivalera, y como un aperitivo más del largo Quilmes Rock que tendrá lugar en octubre en el estadio de Ferro, el Festival de Villa María apuntó a clásicos del rock argentino, con el objeto de revalidar el carácter festivalero de la provincia que, desde el lejano La Falda hasta el Cosquín Rock, aparece en un lugar de privilegio dentro del mapa rockero nacional. Abrirá Divididos, que está realizando una especie de minigira nacional (toca el viernes 1º de octubre en Tucumán y al otro día en Santiago del Estero). A Vicentico, otro de los convocados, Villa María lo encuentra en medio de los preparativos para una extensa gira que lo depositará en Zaragoza, Madrid y Barcelona –donde se está por editar el segundo disco de su cosecha solista, Los Rayos–, Miami –donde asistirá a la entrega de los premios MTV– y una gira latinoamericana que incluirá México, Perú, Colombia y Ecuador. A Rata Blanca, en tanto, el festival lo sorprende en medio de la grabación de un nuevo cd y se prevé que aprovechará la ocasión para estrenar temas.
Spinetta y Charly, en este orden encargados del cierre, vienen coincidiendo en los últimos meses –ejemplo: el concierto homenaje a María Gabriela Epumer, que los tuvo como principales figuras–. Y ahora los referentes históricos del rock argentino confluirán otra vez en Villa María. Uno, introspectivo y guardado en los laberintos poéticos del Silver Sorgo; el otro, inquieto y extrovertido, con planes diversos y dando la nota donde esté.