ESPECTáCULOS
De cómo sobrevivir a la crisis de la adolescencia
Con guión de Tina Fey, uno de los rostros femeninos de Saturday Night Live, esa auténtica institución humorística de la televisión estadounidense, Chicas pesadas es una ágil comedia sociológica.
› Por Martín Pérez
Es común que los padres se preocupen por sus hijos en el primer día de clase. Pero lo que no es tan común, razona Cady mientras sus padres la tratan como una niña, es que ese primer día de clase sea a los dieciséis años. Hija de unos antropólogos que se han pasado la vida viajando por Africa, se podría decir que Cady es como la niña más pequeña de los Thorberrys. Sabe todo del mundo animal, pero desconoce las reglas del particular mundo de la secundaria. Educada por sus padres durante sus viajes, la mirada desprejuiciada de Cady es el punto de partida para el divertido análisis sociológico de la adolescencia que presenta Chicas pesadas, una clásica comedia de secundaria, pero con guión de Tina Fey, uno de los rostros femeninos de Saturday Night Live, esa auténtica institución humorística de la televisión estadounidense.
Con la dirección de Mark Waters –responsable de la comedia Freaky Friday–, Chicas pesadas está basado en un estudio del mundo de la secundaria cuyo nombre lo dice todo: “Las reinas abeja y aspirantes: ayudando a tu hija a sobrevivir a las camarillas, chismes, novios y otros realidades de la adolescencia”. “Siempre me pregunté por qué la gente de Saturday Night Live no podía hacer películas como A Mighty Wind”, ha confesado Fey, refiriéndose a la película estrenada aquí directo a video, titulada Músicos grandiosos, último opus del guionista y protagonista de la celebrada Spinal Tap. Chicas pesadas está lejos de semejante categoría, pero como comedia adolescente es un producto inteligente y divertido, dos virtudes que no suelen ir ligadas en semejante categoría cinematográfica.
“Nunca viví en un mundo en el que los adultos no confiaran en mí”, explica una agobiada Cady al promediar su primer día en la secundaria, reflexionando sobre las actitudes de sus maestros. Pero, claro está, la de sus compañeros no serán menos sorprendentes. Cady viene de Africa, y de un mundo lejano tanto a los códigos del sistema educativo como a los de la cultura juvenil de masas, al punto que cuando no puede reconocer ninguna canción que suena en la radio una de sus compañeras dice de ella: “Es adorable, parece que fuese marciana”. Adoptada de inmediato por los freaks de la clase, quienes diseccionan ante ella en un segundo y de manera brillante al resto del alumnado, Cody logrará sin embargo ingresar como espía dentro del círculo de Las Plásticas, las pérfidas y manipuladoras estrellas femeninas de la escuela.
Si bien promediando la segunda mitad de su metraje Chicas pesadas es una película que justamente se pone pesada con la necesidad de dar un mensaje y adquiere un cierto tono condescendiente, es una comedia para disfrutar, llena de pequeños grandes chistes y personajes disfrutables. Y tal vez sea, como la recibió cierta prensa estadounidense, un ejemplo de que las películas derivadas de un programa como SNL bien pueden ir más allá de los productos pesados con un proyecto de estrella en su centro.
Libretista del programa además de ser una de sus figuras femeninas, Tina Fey se luce en Mean Girls como la profesora con más onda, y sus compañeros de programa aparecen aquí y allá como padres u otros profesores. Pero las estrellas son las chicas protagonistas y una historia que pone la sociología antes que la caricatura, y que instala al film como un sorpresivo logro dentro de un género que apostaba cada vez menos al ingenio.