El abono a dieciséis conciertos nocturnos de la Filarmónica de Buenos Aires tiene, según Gerardo Gandini –director de la orquesta–, el signo de un notable aumento de actividad con respecto al año pasado y, también, de una decisión: “Hacer toda la temporada con artistas argentinos”. Este ciclo, en realidad, puede sufrir a lo largo del año algunas variantes, debido a que la ejecución de todas aquellas obras cuyos derechos no pertenecen al dominio público está condicionada a la buena voluntad de las editoriales musicales, a las que el Colón les adeuda cifras importantes desde hace varios años. De no haber mayores cambios en la programación, varios de los conciertos ofrecen atractivos importantes, empezando por el de hoy a la noche.
En el próximo, el 10 de mayo, Pablo Saraví (concertino adjunto de la orquesta) tocará el Concierto de Samuel Barber y el programa se completará con la Tercera Sinfonía de Mario Perusso y el Poema del Extasis de Alexander Scriabin. El 7 de junio la orquesta hará el Concierto para dos pianos y percusión de Béla Bartók (con Silvia Dabul, Manuel Massone, Arturo Vergara y Angel Frette como solistas) y Taras Bulba de Leos Janacek. Dino Saluzzi será el solista, en una obra propia, el 20 de julio y en el mismo concierto se interpretarán la Sinfonía Concertante de Mozart y las 5 Piezas para orquesta de Arnold Schönberg. La Tercera de Mahler se hará el 3 de agosto y la Quinta el 16 de ese mes (el programa se completará con el Tercer Concierto de Rachmaninov, con la actuación de Alexander Panizza). Claudio Barile tocará el Concierto Fantasía de Joaquín Rodrigo, el 30 de agosto, y el 28 de septiembre Alberto Lysy será el solista en el Concierto de Alban Berg (con dirección de Alejo Pérez Pouilleux). Marcela Magin hará el Concierto para viola de Bartók (el 11 de octubre) y Horacio Lavandera el Segundo Concierto para piano de ese autor, una semana después.