El primer hombre fue una mujer. Para más datos: negra y africana. A pesar de las notorias diferencias físicas, psíquicas y culturales de los hombres que hoy habitan la tierra, todos son descendientes genéticas de aquella mujer. Este dato, que cambió muchas de las certezas previas, sobre el origen de la humanidad, fue el resultado más significativo de una serie de investigaciones que un grupo de prestigiosos científicos realizó a partir del análisis del ADN mitocondrial, mediante el cual se accede a conocer la cadena generacional humana. Los detalles de este hallazgo genético y la ruta que los antepasados de la humanidad tomaron al salir de Africa y comenzar a poblar el mundo están plasmados en el documental “El origen del hombre”, que Discovery Channel estrena este domingo a las 21.
El programa especial, producido por Discovery en asociación con Libra Films, constituye un valioso producto de tipo histórico, arqueológico y científico. Basándose en imágenes computarizadas y dramatizaciones filmadas en diversos lugares de Africa, Australia, Asia y Europa, el documental presenta el rostro que habría tenido la “Eva genética” y el proceso que llevó a los científicos a plantear esa conclusión. Las dos horas de imágenes digitales, por supuesto, están acompañadas por los testimonios de los especialistas que encabezaron las distintas investigaciones.
La madre de la humanidad habría vivido hace más de 140 mil años en una región del noreste de Africa, según la conclusión a la que llegó un grupo de investigadores encabezados por la profesora Rebecca Cahn. El trabajo, que demandó más de una década y una base de datos que supera las 20 mil personas, permite descubrir que todos los seres humanos diseminados en el mundo son parientes de esta mujer de piel negra. El estudio en el que se basa el documental se apoya en numerosos análisis realizados al ADN mitocondrial, que difiere en función y transmisión al ADN cromosómico, que habitualmente se utiliza para comprobar la existencia de lazos sanguíneos.
El ADN es una sustancia ubicada en el interior de las células humanas en la que se encuentran codificadas las características físicas (como la altura o el color de ojos) que se heredan de los progenitores. En cambio, el ADN mitocondrial pertenece a pequeñas estructuras de las células que, dada su forma de transmisión (sólo se traspasan entre madre e hija), posibilitan conocer la totalidad de los eslabones que completan el curso de las infinitas generaciones. El estudio de esta sustancia, que contiene la historia de las mujeres en el mundo (y por lo tanto del género humano), fue el que utilizó la científica Cahn para descubrir la fuente originaria del linaje materno de la humanidad.
“Empecé a trabajar con el ADN mitocondrial humano a los efectos de poder contar con datos objetivos para entender el parentesco que vinculaba a todos los seres humanos del mundo”, explica Cahn en el documental. “Fue muy emocionante cuando comenzamos a encontrar pruebas, ya que dejamos de basarnos solamente en intuiciones o creencias. Este nuevo tipo de pruebas basado en las mitocondrias revolucionó lo que se pensaba hasta ese momento del linaje genético humano”, cierra.
En tanto, la segunda parte del especial enfoca su atención en el camino que los antepasados del género humano recorrieron para escapar a la sequía y la hambruna que azotó al continente africano hace 80 mil años. Cruzando datos genéticos, antropológicos y climatológicos, el documental demuestra cómo el mundo comenzó a poblarse a partir de la emigración de un pequeño grupo de personas hacia el sur de la península arábiga, a través de lo que actualmente es la República de Yemen. De esta manera, la teoría que sostenía que el mundo se pobló en varias oleadas a Europa y Asia queda virtualmente desechada por este trabajo, que señala al continente africano como el principio de todo.