ESPECTáCULOS
El último testimonio de la secretaria de Adolf Hitler
› Por Martín Pérez
Todo comienza con el rostro de una mujer en primer plano, contando su historia. Y así es como continúa, hasta el final. La mujer tiene más de ochenta años, se llama Traudl Junge, y a los 22 años fue nada menos que la secretaria de Adolf Hitler. Y su historia es nada menos que la de la intimidad de los últimos días de su gobierno, y de la 2da. Guerra Mundial. Es que el documental Blind Spot -. Hitler’s Secretary es el mejor ejemplo de película minimalista. Con apenas una cámara de video, un único escenario y un solo personaje, sus directores André Heller y Othmar Schmiderer agregan una dimensión cotidiana a un drama que ha sido contado una y mil veces por la ficción y el documental. Por eso no hace falta otra cosa que la voz de esa mujer contando su historia desde ese punto ciego .Blind spot– de la tormenta, de ahí el nombre del film.
“Siempre pensé que siendo la secretaria de Hitler estaría en el centro de la información, pero en realidad siempre estuve en un punto ciego”, confiesa Junge en el film que fue presentado el pasado febrero en el Festival de Berlín, y hoy tiene su estreno en el festival porteño, como parte de una sección dedicada al documental titulada “Pasado y Presente”. Subtitulada como “la historia en directo” en el catálogo oficial, los films de esta sección se ocupan de documentar desde la revolución portuguesa del ‘74 (La nuit du coup d’état) hasta el cotidiano viaje hacia las drogas de una tribu de músicos punks chinos (Zhi feiji).
Dentro de ese amplio abanico temático hay que destacar films como La commune (un monumental anti film histórico sobre la Comuna de París, de casi seis horas de duración), The Making of The Revolution (filmando desde la calle la caída de Milosevic) o la premiada Black Box BRD, que al cruzar la vida de un banquero con la de un militante de izquierda logra tejer una lenta biografía de la Alemania contemporánea. Los malditos caminos, de Luis Barone (con centro en la figura del sacerdote Carlos Mugica) y La noche de las cámaras despiertas (que testimonia un olvidado evento cinematográfico de los setenta, rescatado por Beatriz Sarlo) son las representantes locales.
Pero el mejor ejemplo del espíritu de la sección, sin lugar a dudas, lo entrega el documental de Heller y Schmiderer, que al darle voz a una testigo de la historia alcanza a retratar aquella banalidad del mal de la que hablaba Hannah Arendt. “La importancia del testimonio de Junge es que nos permite ver a Hitler como una figura pequeñoburguesa, y no como un monstruo de doce cabezas”, declaró uno de sus directores, que fueron muy criticados por cierta prensa alemana a causa del minimalismo y la extensión de su trabajo. “Queríamos dejar que Junge contase su historia libre de cualquier distracción”, explicó Schmiderer, que confesó que el film merecía ser aún más largo. “Hay detalles sorprendentes, como el hecho de que Hitler no quería ver flores cortadas en su bunker, porque estaban muertas. Y estamos hablando aquí del mayor asesino en masa de la historia.”
La contemplación del despojado testimonio de Junge es una experiencia que inevitablemente recuerda a Moloch, aquel polémico film del director ruso Alexander Sokurov, que intentaba relatar la condenada vida de Hitler y su entorno en sus días finales. Aquella ficción sobre lo cotidiano y banal deviene aquí en un testimonio que, cuando supera la frontera de la autojustificación y el remordimiento, funciona como sorprendente instantánea de la cotidianidad de la Historia, alcanzando niveles de irrealidad comparables a los presentados por Sokurov en su film. Casi inmediatamente después del estreno del film en el Festival de Berlín, Traudl Junge -.a la que se puede ver en el film observado e incluso comentando su propio testimonio, en uno de los pocos recursos utilizados por los cineastas– falleció a las edad de 82 años. “Ya he contado mihistoria y estoy lista para morir”, confesó Schimiderer que le había dicho la protagonista de su film.
Blind spot se exhibe hoy a las 13.30 y a las 20.45 en la sala 12 del Abasto. Repite el sábado a las 20.15, en la misma sala.