En La condición humana, de André Malraux, uno de los personajes tomó la bomba con júbilo y se inmoló. Este párrafo impactante del libro disparó el debate en la mesa redonda “Derechos humanos y terrorismo”, de la que participaron los abogados Juan Antonio Travieso, Eduardo Barcesat y José Concigli, en la 28ª Feria del Libro. Travieso –que mencionó la impresión que le causó la lectura de Malraux–, profesor titular de Derechos humanos y garantías constitucionales y jefe de gabinete del Ministerio de Justicia de la Nación, dijo que hay una tendencia a limitar los derechos humanos con la excusa de las situaciones de emergencia. “Si analizamos las estadísticas mundiales, cuanto más disminuye el índice de desarrollo humano, el terrorismo aumenta en forma correlativa”, señaló. Además, Travieso estableció la necesidad de reformar todo el sistema internacional, especialmente el Consejo de Seguridad, para que “sea un grupo de Estados igualitario”.
Eduardo Barcesat, profesor titular de teoría y filosofía del derecho y coordinador de la comisión de Derechos Humanos del Colegio Público de Abogados, comentó que no hay una convención, código, ley o tratado que defina –como figura penal– qué es el terrorismo. Sin embargo, Barcesat relacionó algunos elementos configurantes del terrorismo con el genocidio y la experiencia del terrorismo de estado en la dictadura militar argentina. “Son actos de violencia sobre sujetos individualmente indeterminados, integrantes de un grupo humano victimizado, que es configurado como tal por el obrar terrorista. En el genocidio, es el represor quien establece los lazos de identidad entre el grupo que va a ser victimizado. La calificación de subversivo o delincuente terrorista es aportada desde el represor y no desde la víctima”, explicó , y advirtió que el anonimato y la clandestinidad de los autores materiales de actos terroristas “tiene como pretensión la impunidad”.
Respecto del terrorismo de Estado, aseguró que “todo crimen cometido desde el aparato estatal tiene una gravedad y una ofensa al orden jurídico que trasciende el acto lesivo de un particular”. Sobre las políticas de derechos humanos, el abogado remarcó la asimetría creciente entre lo que dicen las normas, que expresan la conciencia jurídica universal, y la realidad material de la vida cotidiana. “Cada vez es mayor la distancia entre los países ricos y los países pobres. A su vez, en el interior de las naciones, segunda forma de desigualdad, pocos apropian mucho y muchos apropian poco”, agregó. Como conclusión, Barcesat parafraseó a Marx: “Los filósofos estudiaron el mundo, nuestra misión es transformarlo. Los juristas del siglo XX redactaron los derechos humanos, la gran misión del siglo XXI es realizar esos derechos”.