Por S. M.

En 1871, Domingo Faustino Sarmiento fue lapidario y premonitorio: “Los que detestan la política, que se aguanten la política de los que mandan”. El periodista y escritor Mempo Giardinelli recordó esta frase y confesó que quiso hacer un discurso violento y furibundo. “La única violencia que tolero en la vida es la del discurso”, dijo en la presentación de Diatriba por la patria. Apuntes sobre la disolución de la Argentina, publicado por Ediciones B, un trabajo originado por la necesidad de comprender “lo que pasa en este país fantástico, rico hasta la exageración pero saqueado con alevosía”. El periodista Carlos Ulanovsky comentó que Mempo se convierte en intérprete de la frustración de los despojados. “Es un libro de literatura urgente, escrito al calor de los hechos de los últimos meses, con dos puntos de partida: el atentado del 11 de setiembre y los episodios del 19 y 20 de diciembre, que no pararon de modificar al país, a nosotros y nuestras costumbres”, señaló.
Según el diccionario de la Real Academia Española, diatriba es una crítica violenta o insultante, libelo injurioso y aplastante contra personas y cosas. “La diatriba es un texto que contiene sátira, libelo, catilinaria, inventiva. En el siglo XIX muchísimos personajes de la Argentina, como Sarmiento, difundieron este género”, señaló Ulanovsky. Sin embargo, observó que esta diatriba es el informe desesperado de un intelectual que “está harto de estar harto”. Antes de responder las preguntas de Ulanovsky y del público, congregado en la sala Borges, Giardinelli, columnista de Página/12, fundador y director de la revista Puro Cuento (1986-1992) y autor de novelas como La revolución en bicicleta, Santo Oficio de la memoria y Décimo Infierno, entre otras, contó que el 19 y 20 de diciembre le cambiaron la vida. “Fue un cachetazo muy fuerte. Estuve en la Plaza el 19 y me volvieron a meter gases 25 años después. Sentí que en esos días comenzaba un final de algo, que todavía no ha terminado. Pero fundamentalmente sentí que podría haber hecho muchísimo más por mi país y no lo hice. Si hubiéramos estado alerta como estamos hoy, jamás nos hubieran choreado como nos chorearon”.
En Diatriba..., Giardinelli escribió que el 19 “quedará en la historia como el 17 de octubre de las clases medias que se resisten a morir”. Para el escritor, el país está en un punto de inflexión. “Somos una sociedad por primera vez movilizada, estamos reclamando más y mejor democracia. Con este libro traté de contribuir a que la protesta sea eficaz, inteligente y no violenta. Si hay algo que triunfó es la democracia, estamos buscando nuevas formas de representación porque la gente hoy no acepta ningún engaño”, precisó. Tal vez, el aspecto más destacado de este libro de emergencia reside en aguijonear la conciencia de la ciudadanía que por omisión, comodidad, miedo o desidia permitió que la saquearan. “Por lo menos durante los últimos 15 años votó propuestas políticas que sólo podían conduciral abismo. Lo que algunos llaman voto suicida y Lula Da Silva definió como la tragedia de los pueblos ignorantes que “votan a sus verdugos”, puntualiza Giardinelli en el libro.
Respecto al derrumbe del gobierno de De la Rúa, Giardinelli estimó que cayó por su ineptitud. “Creo, desdichadamente, que el gobierno actual también cae por su ineptitud. Es dramático, y ningún argentino está feliz con esta situación”, advirtió el autor, que calificó a la dirigencia política de “prebendaria, genuflexa, mezquina e inútil”. Un singular rastreo de vocablos en desuso permiten al autor resignificar, en el contexto argentino, palabras como monipodio (convenio de personas que se asocian y confabulan con fines ilícitos), utilizado por Cervantes en Rinconete y Cortadillo, y contubernio (una asociación ilícitaperfectamente vituperable, que alude al actual gobierno peronista, con el beneplácito radical-frepasista)