A cuarenta años del inicio de la saga cinematográfica, Otro día para morir es la vigésima película marca Bond. Con Brosnan cómodamente instalado en el personaje, el film busca autohomenajearse y tomarse en serio al mismo tiempo. Bond cae, es acusado de asesino y amenazado con un inminente traslado a las islas... ¡Falklands!, pero en cambio se paseará por La Habana, Londres y finalmente Islandia, buscando su reivindicación. Lo acompaña una chica Bond con Oscar incluido.