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Premios y champagne
Los Oscar tienen fama de ser la fiesta del cine por excelencia, pero los Globos de Oro son la celebración más divertida y atraen aun a aquellos que, como Javier Bardem, son poco amantes de la farándula de Hollywood.
El actor español acudirá hoy a la gala que se celebra en el Beverly Hilton de Los Angeles por méritos propios, ya que es candidato al premio al mejor actor dramático por su trabajo en Mar adentro. Como él, muchas otras estrellas de Hollywood se dejarán ver en esta 62º edición de unos premios considerados la antesala de los Oscar. Leonardo Di Caprio, Johnny Depp, Nicole Kidman, Uma Thurman, Clive Owen, Renee Zellweger, Natalie Portman, Matt Le Blanc o Sarah Jessica Parker, entre otros, están invitados en esta gala donde además esperarán saber su suerte como candidatos. Pero los nervios serán menos que en esa otra ceremonia, más rígida, los Oscar, porque en los Globos de Oro el ambiente general invita a pasarlo bien. “Los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera saben cómo divertirse”, sentenció Jack Nicholson, conocido juerguista, en honor de la organización que concede los Globos de Oro. Para hacer gala de este sentimiento, Nicholson no dudó en bajarse los pantalones y enseñarle su trasero al público el año que recibió el premio a toda su carrera (1999), un momento que por pudor censuraron las cámaras de TV estadounidenses. Incluso con estos cortes, la leyenda se mantiene año a año con una ceremonia que ha ido ganando en audiencia hasta llegar a los 27 millones de telespectadores en su última edición (en la Argentina, la ceremonia se podrá seguir por el canal Sony, a partir de las 22). Son comunes los momentos inesperados como la alegría de Ving Rhames en 1998 cuando ganó el premio al mejor actor y no paró hasta sacar al escenario a Jack Lemmon para darle al legendario intérprete la estatuilla porque, en su opinión, él –Rhames– no se la merecía. O la precipitada salida del baño de Christine Lathi cuando ese mismo año ganó el premio como mejor actriz en serie dramática. La capacidad de improvisación de Robin Williams, invitado a aquella velada, mantuvo a la audiencia entretenida mientras la actriz se componía para salir del baño de forma decente. Williams recibe este año el premio Cecil B. DeMille a toda su carrera, un momento emotivo que en cualquier otra celebración la audiencia suele utilizar para tomarse un respiro. Junto a los candidatos invitados a la espera de un premio son muchas más las estrellas que han accedido a sumarse a la fiesta: Dustin Hoffman, Prince, Kate Beckinsale, Mark Wahlberg, Al Pacino, Halle Berry, Diane Keaton, Tim Robbins o Samuel L. Jackson o Charlize Theron ayudarán a la hora de entregar los premios.