“El otro lado”, considerado unánimemente uno de los programas más importantes de los años ‘90 en la televisión argentina, ha vuelto a emitirse. La creación de Fabián Polosecki no se ve, sin embargo, por un canal argentino de televisión. El ciclo puede verse del otro lado del Río de la Plata en el Canal 4, que pertenece al Estado uruguayo. Mientras tanto, aquí, de este lado, los familiares del Polo se preguntan por qué Canal 7, el medio en que trabajó cuando se llamaba ATC y era conducido por Gerardo Sofovich, no hace lo mismo y lo repone, en esos espacios nocturnos que hoy están llenos de antiguallas. Pagando por sus derechos, como corresponde, que es lo que sucesivas administraciones del ente estatal han intentado obviar.
“El otro lado” comenzó su corto –pero exitoso– periplo en 1993 por el entonces ATC y ganó tres Martín Fierro entre 1994 y 1995. El Polo solía recorrer historias urbanas de personajes desconocidos, así, subía en el destino de camiones de basureros, transitaba el alma de los trenes urbanos, participaba de ese peligroso juego entre policías y ladrones o se escondía bajo la tierra para descubrir hombres-topo del otro lado de Buenos Aires: el de abajo. Polo vivió sus últimos días atrapado entre la depresión de luchar contra la burocracia estatal, atosigado de deudas pero, sobre todo, desahuciado por la convivencia con oscuras historias de ciudad. Acabó con su vida el 3 de diciembre de 1996, tirándose bajo un tren, que no se detuvo a tiempo. Durante todos estos años –hace más de cinco años ya– sus programas nunca volvieron a ser reemitidos por ningún canal, ni de aire, ni de cable, como si la televisión le hubiera dado vuelta la cara, a quien siempre la miró de frente.
Sin embargo, desde octubre pasado la televisión uruguaya le dio aire sin que trascendiese en la Argentina. La inclusión de “El otro lado” en la grilla de programación se encuentra en el marco de un intento de remodelación del Canal 4 Uruguay. Paradójicamente “El otro lado” compite, también, con programación fuerte que viene de Argentina. En su mismo horario de los martes a las 22 aparecen en pantalla “Poné a Francella” en Canal 5 (el canal más visto), “Lazos de familia”, una telenovela brasileña en Canal 12 y compite a medias con “Confianza ciega” y “Expedición Robinson” que van por el 10. “Me parece importante que lo pasen en Uruguay, es una manera de que Fabián esté, aunque esté allá –dice Aída Polosecki, su madre–. Aunque me da mucha rabia que el propio Canal 7 no difunda un programa así, al lado de los mamarrachos que emiten ahora. Cuando miro la foto de él, parece que está ahí vivo, hablando. ¿Por qué dejaron de pasarlo?” En su momento ATC, a pesar de los Martín Fierro, nunca promocionó al Polo en sus institucionales.
En ese intento por despolitizar la señal estatal uruguaya –hasta octubre casi un house organ del gobierno de Jorge Batlle, actualmente bajo el mando de Juan Carlos Doyenard un reconocido “colorado”– Canal 4 contrató también un ciclo llamado “Historias Debidas” que aquí se emite por Canal 7 y es conducido por Ana Cacopardo y “Poderes terrenales”, un bizarro ciclo de documentales casi metafísicos que sale por Infinito y conduce la modelo Mariana Arias. “La emisión de ‘El otro lado’ ha sido muy positiva”, asegura a Página/12 Virginia Martínez, del área de programación del canal uruguayo. El cambio de registro a veces, le cuesta demasiado al canal estatal.
Sin embargo, la llegada de “El otro lado” a la televisión uruguaya tiene, también, un lado oculto y es el de la supuesta cesión de los derechos a una productora uruguaya por parte de la viuda Viviana Gallardo, que ella misma desmiente. En Argentina, la última aparición de los ciclos de Polosecki, se dieron en un homenaje del Museo de Arte Moderno, que seleccionó sus mejores programas y los emitió (junto a “El Visitante” su otro ciclo por ATC) con un impresionante éxito de público. Allí se emitieron los ciclos “La Vaca”, “Agua de puerto”, “Reyes de la noche” y”Ciudad abajo”. “Lo importante es que pasen al programa, todas las veces, en todos los canales”, dice Aída Polosecki. “Aunque las únicas que tienen los derechos son las dos herederas: su esposa y su hija. Pero sería bueno que lo pasaran en Buenos Aires, donde vive la gente que lo conoció.”