ESPECTáCULOS
› “EXTRANJEROS EN HOLLYWOOD”, DESDE HOY EN LA SALA LUGONES
Imágenes del exilio creativo
El ciclo, que se extenderá hasta el lunes 4 de julio, incluye películas de Alfred Hitchcock, Fritz Lang, Billy Wilder, Erich von Stroheim y Charles Chaplin, entre otros grandes directores.
¿Qué tienen en común Erich von Stroheim, Alfred Hitch- cock, Fritz Lang, Billy Wilder y Charles Chaplin? En principio, son todos grandes directores de la historia del cine, pero también fueron inmigrantes europeos en la Meca del Cine, refugiados del otro lado del Atlántico que hicieron de las soleadas tierras californianas su Paraíso –y en algunos casos también su Infierno– en la tierra. Con ese punto de partida, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Cinemateca Argentina han organizado un ciclo denominado “Extranjeros en Hollywood”, que se realizará a partir de hoy y hasta el lunes 4 de julio, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530).
La muestra estará integrada por 15 films de notables cineastas europeos que emigraron a Hollywood y desarrollaron allí una parte importante de sus carreras, en algunos casos contribuyendo a consolidar la estructura de los grandes estudios –como fue el caso del húngaro Mihaly Kertész, mejor conocido como Michael Curtiz, realizador de más cien películas para la Warner– y en otros luchando inútilmente para filmar en libertad, como sucedió con Von Stroheim, que terminó estigmatizado por la industria. El ciclo incluye también un documental esclarecedor sobre los padecimientos que sufrió el poeta y dramaturgo Bertolt Brecht durante su paso por Hollywood.
La retrospectiva se inicia hoy con un triple programa de obras maestras del período mudo. A las 14.30 se verá La viuda alegre (1925), de Erich von Stroheim, con Mae Murray, John Gilbert y Roy D’Arcy. En las manos del realizador más rebelde del Hollywood mudo la sencilla historia de un príncipe enamorado de una bailarina se transformó en un ambicioso melodrama de pasiones desatadas, con la Primera Guerra Mundial como telón de fondo. En el programa se verá una rareza, el corto Vida y muerte de un extra de Hollywood (1928) de Robert Florey y Slavco Vorcapich. A las 18 va El abanico de Lady Windermere (1925). A poco de desembarcar en los Estados Unidos, el cineasta alemán Ernst Lubitsch encaró la traslación a la pantalla de la obra de Oscar Wilde donde los deseos, los celos y la hipocresía terminan construyendo otro de sus clásicos relatos morales. Finalmente, a las 21 se verá El pan nuestro de cada día (1930), obra maestra de otro teutón, Friedrich Wilhelm Murnau, que plantea la dicotomía campo-ciudad, uno de los temas centrales de su obra.
Mañana va un doble programa de film noir, a cargo de dos directores de origen húngaro. A las 14.30 y 19.30, Sin sombra de sospecha (1947), de Michael Curtiz, con Claude Rains, Joan Caufield y Constance Bennett, y a las 17 y 22 Ciudad en tinieblas (1954), de André De Toth, con Sterling Hayden y Charles Bronson. El miércoles 29 está dedicado íntegramente a una cumbre de Fritz Lang, Sólo vivimos una vez (1937), un drama fatalista en el que Henry Fonda interpreta a un ex convicto imposibilitado de comenzar una nueva vida junto a su pareja, Sylvia Sidney.
El jueves a las 14.30 se verá Mi nombre es Bertolt Brecht (1989), documental de Norbert Bunge y Christine Fischer-Defoy que analiza los años de padecimiento en la “tierra de los libres” del gran poeta, teórico y dramaturgo alemán. Y las 17, 19.30 y 22, Los verdugos también mueren (1943), de Fritz Lang, sobre guión de Bertolt Brecht. Basada en parte en el asesinato real del dictador Reinhard Heydrich, y más allá de su evidente origen como film de propaganda, resulta un exponente temprano del thriller político.
El viernes 1º llega Corresponsal extranjero (1940), de Alfred Hitchcock. El segundo largometraje norteamericano del “maestro del suspenso” narra las peripecias de un periodista neoyorquino enviado al Viejo Continente, que descubre una compleja red de espionaje. El sábado 2 se verá Entre el amor y el pecado (1947), uno de los films más solitarios en la carrera de Otto Preminger, un melodrama absurdamente olvidado, con un elenco perfecto: Joan Crawford, Henry Fonda y Dana Andrews. Y el domingo 3 es el turno de Monsieur Verdoux (1947): Chaplin da un giro inesperado en su primer film sin el eterno personaje del vagabundo y plantea una comedia negra acerca de un hombre de familia que, secretamente, utiliza el asesinato de mujeres para sustentarse económicamente. Absolutamente incomprendida en el momento de su estreno, permanece como uno de los mejores films del realizador.
El lunes 4 el ciclo toca su fin con otro doble programa irresistible: El ocaso de una vida (1950), de Billy Wilder, con Gloria Swanson, William Holden y Erich von Stroheim, un tributo satírico al pasado de Hollywood; y Los amantes de Carmen (1948), del húngaro Charles Vidor, que concibió uno de los mejores “star vehicles” con que contó Rita Hayworth. También se verá un corto temprano de Vidor, Agonía de un espía (1929), basado en un cuento de Ambrose Bierce.