El prestigioso director italiano de teatro Luca Ronconi acusó de censura al gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi, por una serie de episodios que rodearon el estreno de una versión suya de una comedia escrita hace más de veinte siglos. El director aseguró que por las presiones que recibió se vio obligado a no utilizar unos decorados en los que se retrataba como tiranos a Berlusconi y a sus socios en la coalición que gobierna Italia, Gianfranco Fini y Umberto Bossi. El primer ministro Berlusconi rechazó las acusaciones. “El gobierno no sabe ni siquiera lo que es la censura”, dijo el magnate.
Ronconi presentó el domingo en el teatro griego de la ciudad de Siracusa la comedia Las ranas, de Aristófanes. El director planteó una versión actual de esa obra clásica de la comedia griega como una forma de criticar al gobierno de derecha que encabeza Berlusconi. Cuando el estreno se acercaba, dijo el director, el gobierno concretó una serie de presiones para que retirase esos decorados. El viceministro de Economía Gianfranco Micciche lo acusó de haber abusado del dinero estatal para hablar mal de sus figuras, recordó Ronconi. La ministra de Asuntos relacionados con la mujer, Stefania Prestigiacomo, también lo atacó duramente.
Finalmente, el director decidió no poner en escena los controvertidos retratos, pero más tarde se arrepintió de haber cedido a las presiones y denunció a los medios los intentos de censura. Los ministros aseguraron que nunca le pidieron o sugirieron que se modificara la escenografía. El marco de las declaraciones del director es una controversia importante entre sectores del gobierno y numerosos hacedores de cultura, iniciada cuando Berlusconi desplazó de la dirección del Festival de Cine de Venecia al izquierdista Alberto Barbera.