ESPECTáCULOS
› UN HOMENAJE COMPLETO A UN ACTOR QUE TERMINO HACIENDO HISTORIA
Tato, el cómico que pudo ver el futuro
“Tato. Tributo audiovisual al Actor Cómico de la Nación”, que comienza el próximo martes, concentra fotografías, fragmentos de su historia en televisión y cine, y una interesante colección de reproducciones gigantes de objetos-Bores como el teléfono, los patines o los plato de tallarines que servía a sus invitados especiales.
› Por Oscar Ranzani
La memoria del gran monologuista Tato Bores, figura del humor televisivo cuyos discursos atravesaron treinta años de la historia argentina, será homenajeada con una megamuestra que se iniciará el próximo martes en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Tato. Tributo audiovisual al Actor Cómico de la Nación es una exposición por la que desfilarán fotografías, proyecciones de cine y video, sonidos, gigantografías, instalaciones, mesas redondas y objetos simbólicos del personaje, entre otras curiosidades. La idea es de Nora Hochbaun, directora general del Recoleta, que organiza el evento junto con la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad. El guión y la investigación de la muestra son del periodista Carlos Ulanovsky, mientras que la creación plástica pertenece a Edgardo Giménez. La exposición se mantendrá abierta hasta el 1º de setiembre, con una entrada popular a 1 peso. Una parte de lo recaudado se destinará a la Casa del Teatro. “Tato llega a las paredes, pisos y techos del Recoleta para volver a hacer reír, para, una vez más, convertirse en profundo llamado de atención y de reflexión, para inquietarnos con esta pregunta de difícil respuesta: ¿Qué nos sucede a los argentinos que desde 1957 (el año en que Tato se inició en TV con sus ácidos comentarios sobre la política, sus protagonistas y los gobernados), los temas no cambian, se repiten y se reiteran de una manera casi obsesiva?”, se pregunta Ulanovsky en el catálogo que recibirán los asistentes.
La muestra contará con cuatro minisalas para diez personas cada una. En una de ellas se proyectará el “Monólogo 2000”, cuyo guión pertenece a Santiago Varela. “En 1990 hicimos con Tato un cálculo y el resultado fue que estaba cercano a ese número. Entonces, se decidió no hacer un monólogo de actualidad sino hacer uno de la historia que Tato había vivido. Es un monólogo que resume 30 años de historia y empieza con Frondizi”, recuerda Varela. En la segunda sala se proyectará un clip de aperturas y cierres de distintos programas que abarcaron desde la era en blanco y negro hasta las últimas emisiones. “Lo que tiene de interesante este bloque es que es un seguimiento de la historia de la TV”, indica Ulanovsky. El clip contiene aperturas y cierres de “Tato siempre en domingo” (1962 y 1967), “Tato para todos” (1979), “Tato vs. Tato” (1980), “Tato %” (1981), “Extratato” (1983), “Tatus” (1985), “Tato Diet” (1988), “Tato al borde de un ataque de nervios” (1989), “Tato en busca de la vereda del sol” (1990), “Tato, la leyenda continúa” (1991), “Tato de América” (1992) y “Good Show” (1993). En la tercera sala se exhibirá el monólogo que originó la censura por su mención a la jueza María Romilda Servini de Cubría y en la cuarta se proyectará “Tato siempre en domingo”, su programa más antiguo.
Otra de las atracciones de la muestra será el trabajo de gigantografías diseñado por Giménez, objetos tridimensionales y voluminosos que simbolizaron la estética de Tato: un teléfono negro de 3.50 metros de altura, patines de 2.50 metros de largo, un plato de tallarines de 6 metros de diámetro, entre otros objetos. “Se me ocurrió hacerlo como una gigantografía para que las cosas queden bien fijadas. El asombro que va a provocar entrar a esa sala va a operar, de alguna manera, para que eso sea inolvidable”, comenta el artista plástico. A su vez, las paredes de la sala estarán iluminadas de una manera original: luces de neón que formarán frases célebres de Tato como “vivir se puede pero no te dejan” o “el que sabe sabe y el que no, es jefe”.
Cada rincón de las dos salas que abarcará la muestra serán a la vez aprovechados con más de 200 fotografías que pertenecen a la familia Borensztein y que trazan la trayectoria del actor. Los rincones serán agrupados bajo los subtítulos “Tato y la TV”, “Tato y la radio”, “Tato y el teatro”, “Tato y la familia”, “Tato y los amigos”, “Tato y los políticos”. El rincón “Tato y el cine” contará con un televisor que proyectará un compilado con escenas de cinco películas en las que participó: La comedia inmortal (1951), Camino al crimen (1951), Viaje deuna noche de verano (1960), Departamento compartido (1980) y Amante para dos (1980) y, además, se exhibirán afiches de esas películas. En el rincón titulado “Tato hasta por las tapas” se podrá apreciar un clip en el que circularán alrededor de cien tapas de diarios y revistas en las que apareció.
La sala Cronopios contará, además, con un video gigante en el que se proyectará una versión editada de “La Argentina de Tato” de aproximadamente tres horas de duración. Un paseo obligado para todo visitante amante de Tato serán las vitrinas que contendrán objetos originales que ayudaron a formar el aspecto del personaje: la peluca y el frac que utilizó en los treinta años que estuvo en la televisión, sus anteojos, algunos premios Martín Fierro, sus medallas como ciudadano ilustre y álbumes personales de Bores en los que juntaba los recortes que aparecían en los diarios. Finalmente, los organizadores han previsto la realización de cuatro mesas redondas que se realizarán los martes desde el 8 de julio. En esos debates participarán personas que lo conocieron o trabajaron con él: una de las mesas estará integrada por periodistas, la segunda será con guionistas. Habrá otra con quienes no aparecían ante las cámaras, como productores, escenógrafos, directores de cámara y coreógrafos. La última, en tanto, estará compuesta por actores que acompañaron al Actor Cómico de la Nación.