ESPECTáCULOS
A veces, una película es un buen recreo artístico
Dos mil estudiantes de la zona sur de la Capital vieron “El hijo de la novia”, en el marco del programa “La escuela al cine”.
› Por Oscar Ranzani
Por segundo año consecutivo el programa “La escuela al cine” permitió vincular el mundo de las aulas con el universo cinematográfico. El jueves se proyectó el film El hijo de la novia, de Juan José Campanella, en siete salas del complejo Hoyts del Abasto. Los espectadores fueron, en esta ocasión, dos mil estudiantes pertenecientes a los dieciséis colegios secundarios de la zona sur de la ciudad, muchos de los cuales nunca habían ido anteriormente al cine. Los chicos que asisten a escuelas de San Telmo, Barracas, La Boca, Mataderos, Liniers, Villa Soldati, Lugano, Parque Patricios y Pompeya vivieron con evidente entusiasmo la experiencia de poder ver el largometraje argentino nominado al Oscar a la mejor película extranjera en la última ceremonia de la Academia. La actividad está organizada por la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, juntamente con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y la cadena Hoyts General Cinema.
La actriz Claudia Fontán, que en la ficción encarna a Sandra, la ex esposa de Rafael (Ricardo Darín), participó de una charla con algunos adolescentes en una de las salas, una vez finalizada la proyección. “A mí me gustó mucho la escena del cura con Darín. También me gustan las escenas de Norma (Aleandro), ya que son realmente muy emotivas”, contestó al ser consultada por una alumna sobre su fragmento preferido. La actriz también opinó sobre su papel en la historia y confesó detalles curiosos del casting. En las otras salas varios integrantes del equipo de El hijo de la novia, se encargaron de responder las más diversas preguntas que surgían entre el auditorio poblado por los alumnos. Entre otros, estuvieron los actores Atilio Pozzobón, David Masajnik y la pequeña Gimena Nóbile. También concurrieron el coordinador de producción Juan Lovece, la asistente de dirección Fabiana Tincornia, la directora de arte Mercedes Alfonsín, el director de sonido Carlos Abbate y la vestuarista Cecilia Monti, quienes precisaron detalles a partir de la experiencia de su especialidad.
Los estudiantes estaban conformes. “Esta es la segunda vez que vengo al cine y la verdad es que está muy bueno, porque siempre viene gente a hablar sobre la película”, señaló Penélope, que vive en Lanús Este. En tanto, Cecilia de Barracas comentó que el año pasado ya había ido al cine en el marco del mismo programa. “Ahora que ya no hay tanta plata nos hacen un bien al traernos al cine. Encima son películas argentinas. Si uno va por su cuenta, no elige ver películas nacionales, sino que va a ver las que vienen de afuera. Entonces, que la escuela nos lleve a ver producciones de nuestro país, está muy bueno”, puntualizó la estudiante. Para Nahuel, de Mataderos, ésta ha sido una linda experiencia, “porque es una forma de salir de la escuela para venir a despejarnos un rato y hacer algo distinto. Ojalá se repita, porque la pasamos bien”.
El programa “La escuela al cine” nació el año pasado a partir de un relevamiento llevado a cabo por la Secretaría de Educación porteña entre estudiantes de las dieciséis escuelas medias y públicas del sur de la ciudad. Un dato impactante motivó el proyecto: el 75% de los encuestados nunca había ido al cine. En abril de la temporada pasada, entonces, se puso en marcha el emprendimiento pedagógico-mediático que permitió a 4000 alumnos de primer y segundo año de esos colegios, poder disfrutar del documental histórico Cabeza de Tigre (dirigido por Claudio Echeberry), la comedia dramática Solo gente (Roberto Maiocco) y la exitosa Nueve Reinas (Fabián Bielinsky).
El objetivo del programa es impulsar un proceso educativo que no termine resultando solamente un hecho artístico para los asistentes y tiene su núcleo en tres ideas básicas: fomentar el acceso al cine, generar ediciones de materiales para continuar la tarea en las aulas y capacitar a los treinta y cinco docentes de lengua y literatura que participan en temáticas referidas al cine y los medios de comunicación. A través deespecialistas designados por la Secretaría de Educación, los profesores reciben charlas informativas una vez por mes sobre la manera de transmitir a sus alumnos los contenidos, las formas, el lenguaje y los códigos del cine. Este año, además de El hijo de la novia, cuatro mil estudiantes de las escuelas sureñas vieron el largometraje Taxi, un encuentro (con dirección de Gabriela David) y en setiembre asistirán nuevamente al Abasto, para ver Herencia (Paula Hernández).