Dom 07.07.2002

ESPECTáCULOS  › LAS OPCIONES DEL CINE ANIMADO PARA NIÑOS, DE CARA A LAS VACACIONES DE INVIERNO

Un auténtico festival para fanáticos y curiosos

Megaproducciones como “Spirit” (DreamWorks), “Lilo & Stitch” (Disney) y “La era del hielo” (Fox), las secuelas “Stuart Little 2” y la argentina “Dibu 3” y la esperadísima versión cinematográfica de la serie televisiva “Las Chicas Superpoderosas” componen el abundante programa de estrenos previstos para el momento del año en que los chicos y chicas toman los cines.

› Por Martín Pérez

Un caballo, un extraterrestre y un perezoso acompañado por un mamut y un tigre dientes de sable. Esos son los protagonistas animales de las tres películas animadas más importantes del aluvión de films dedicados al público infantil que llenarán los cines en las inminentes vacaciones de invierno y que, en algunos casos, este mismo fin de semana ya están desembarcando en el interior y en la mayoría de los shoppings de Capital Federal. Se trata de Spirit, el nuevo proyecto de DreamWorks; Lilo y Stitch, la tradicional –o no tanto, en este caso– opción Disney de la temporada, y La era de hielo, film de animación computada que llega de la mano de la Fox, aunque sus responsables sean de los estudios Blue Sky, que ya han comenzado a ser denominados los Pixar de la costa este de los Estados Unidos. A este trío de films se le podrían sumar dos films parcialmente animados, como para completar la oferta de la temporada infantil dentro de este rubro: ellos vendrían a ser Stuart Little 2 y Dibu 3, la opción animada local, de la mano de Telefé y Patagonik. Y, finalmente, la más esperada de las ofertas de estas vacaciones de invierno: la película de Las Chicas Superpoderosas, el fenomenal éxito televisivo del canal de cable Cartoon Network.
En esta carrera animada el film que picó en punta es La era de hielo, al tope de las recaudaciones de la última semana a pesar de que su estreno oficial recién está anunciado para el próximo jueves. Con su lanzamiento originalmente planeado para fin del año pasado y luego postergado para estas vacaciones de invierno en virtud de inestabilidades políticas y económicas varias, la amplia disponibilidad de copias del film de Chris Wedge y Carlos Saldaña –ya estrenado en el resto de Latinoamérica– permitió a Fox adelantarse a la temporada, poniendo al film en todos los shoppings durante el fin de semana pasado en calidad de preestreno, pero con una generosa oferta de horarios, algo que se repetirá este fin de semana.
“Podría decir que el origen de La era de hielo data de 20 mil años atrás, pero es un trabajo que tuvo tres años de producción”, explica su director, Chris Wedge, ganador de un Oscar al mejor corto animado con un film llamado Bunny (1998) y director de animación de las cucarachas de Joe’s Apartment (1996). “Trabajamos muy rápido y creo que al hacer eso ganamos para la película una espontaneidad que de otro modo no hubiese estado ahí. Claro que también quedaron en ella algunos errores con los que hemos aprendido a vivir”, cuenta el responsable de Blue Sky, que debió resignarse el año pasado –cuando se estrenó en los Estados Unidos– a las permanentes comparaciones con auténticos dos pesos pesado de la animación computada, Monsters y Shrek. Su estreno ha sido anticipado por unos disfrutables cortos protagonizados por una histérica ardilla, llamada Scrat, que sólo aparece aquí y allá en un film cuya trama central –con sus tres prehistóricos protagonistas escoltando a un bebé– recuerda la de Tres padrinos, aquel western de John Ford protagonizado por John Wayne. “La energía de un personaje como Scrat ya se ha visto en el cine, pero tal vez sorprenda hoy porque hace tiempo que no se ve algo parecido en la pantalla grande”, explicó Wedge sobre el personaje que se roba el film.
Si los cortos de la desesperada ardilla Scrat sirvieron como adelanto para La era de hielo, la promoción del nuevo film de Disney se las ingenió casi de la misma manera llamar la atención sobre sus nuevos personajes. O su nuevo personaje, en verdad, porque el eje de estos avances fue la súbita aparición del desaforado y destructivo Stitch en escenas de las películas más conocidas de la última generación Disney, como La bella y la Bestia o Aladino. Conocido también como Experimento 626, el extraterrestre irascible es una especie de punk dentro del universo del legendario Walt. “A Roy Disney, jefe del departamento de animación, no le gustó mucho la idea, así que además de tener licencia para ser asqueroso y repulsivo, le agregamos a Stitch unas ciertas cualidades de bebé que lo hacen más simpático”, explicaron Dean De Blois y Chris Sanders, directores debutantes en este 41º film animado de Disney, aunque ya habían trabajado juntos en Mulan.
Producido casi como un film clase B dentro de Disney, Lilo y Stitch es en realidad la segunda película realizada completamente por la sucursal Miami del estudio, que debutó con Mulan, el último film de Disney animado tradicionalmente que obtuvo una buena respuesta en taquilla. “A diferencia de Los Angeles, donde trabajan en varios proyectos al mismo tiempo, aquí en Miami somos un equipo pequeño, que nos dedicamos a una película por vez”, explicó De Blois, el otro responsable del primer film de Disney en 1941 en utilizar acuarelas. “Queríamos que los personajes fuesen abrazables, un aspecto de ilustración de cuento para niños”, explican los responsable de Lilo y Stitch, film que narra el encuentro entre el extraterrestre Stitch –que se disfraza de perro al llegar a la tierra– y la rebelde huérfana hawaiana Lilo, una simpática fanática de Elvis Presley. Al igual que La era del hielo, el film de Disney también coquetea con la idea de una nueva clase de familia. Mientras que en el film de Fox se presenta a una “manada” integrada por tres animales y un bebé, la familia de Lilo y Stitch consta de dos hermanas y un perro muy particular.
Con voz de Matt Damon en el original y canciones de Bryan Adams, Spirit es el nuevo intento animado de Dreamworks, que sólo logró desbancar a Disney con la animación computada de Shrek, pero que hasta ahora nunca pudo hacerlo en el terreno tradicional. “La elección de la animación tradicional fue para poder darle a Spirit aquella sensación que existe en los grandes trabajos de los artistas del oeste, como Frederic Remington”, dicen sus responsables Kelly Ashbury y Lorna Cook, que habían trabajado antes juntos en El príncipe de Egipto, el primer dibujo animado de DreamWorks. “En realidad se trata de animación tra-digital, porque un treinta por ciento del dibujo estuvo a cargo de computadoras”, aclara Jeffrey Katzemberg, el responsable de la animación en el estudio que comparte con Spielberg y David Geffen. La novedad en el caso de Spirit, ya que todas las películas de animación tienen que tener una, es que es el primer dibujo animado en cinemascope. “Antes que ser como un western, el espíritu del film es más bien del viejo oeste”, aclara el guionista John Fulco sobre un film ambientado en 1860 y cuya historia original era mucho más oscura que la que sobrevivió en su versión definitiva. “Era más como Rebelión en la granja, no sólo porque los animales hablaban sino también por un subtexto social en el que se hacía mención al final de una era.” Satisfecho con el resultado final, Katzemberg ha dicho que el salto de calidad del proyecto recién pudo ser observado cuando se sumó la voz de Damon y las canciones de Bryan Adams, cantada desde el punto de vista de su protagonista equino. “Quería hacer también la voz de Spirit tanto en el film como en las canciones, pero los productores eligieron a Matt Damon porque querían ofrecer aún más opciones”, se quejó el cantante canadiense.
Mientras que Stuart Little 2 retoma las aventuras del simpático ratón al que todos consideran un humano más y Dibu 3 envía a su protagonista al planeta Marte, la película de Las Chicas Superpoderosas le da la posibilidad a Craig McCracken, su creador, de llevar su delirante y azucarada propuesta retropop a la pantalla grande. “Una de mis grandes influencias a la hora de crear a las Chicas es el espíritu del Batman de los años sesenta”, ha dicho McCracken. “Recuerdo que solía ver aquella serie con mis padres y nunca entendía de qué se reían. Y cuando la veo ahora lo que no entiendo es cómo sus creadores pudieron salirse con la suya y hacer lo que hicieron.” Una sensación parecida a la que se siente al disfrutar de la libertad con la que McCracken tiene para desarrollar su serie, que a la hora de convertirse en película cuenta la historia de cómo las chicas llegaron a ser superpoderosas. “Es una precuela de la serie”,explica McCracken, utilizando un término que hizo famoso Lucas con sus nuevos episodios de La guerra de las galaxias. “Lo que se cuenta es cómo las chicas nacieron con superpoderes, pero no son necesariamente superhéroes al comienzo de la historia, que narra los eventos que las decidieron a serlo”, explica el director, que además subraya el hecho de que en su película no trabajó ningún guionista. “Para trabajar en el film de Las Chicas Superpoderosas había que poder dibujar además de escribir, como en los viejos tiempos del dibujo animado”, apunta McCracken, y luego señala que la animación del film es mucho más lograda que la de la televisión. “Lo que más me gusta de la televisión es que uno puede llevar a cabo todas las ideas que se le ocurren, pero lo bueno del film es que uno tiene tiempo para dedicarse a perfeccionar una idea. Eso hicimos.”

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