Diez mil personas están anotadas. Quieren patear la esperanza hacia adelante y meter en el arco aquellos sueños que pueden truncarse si nadie los descubre a tiempo. Esta vez, la tele va a meterse con algo en lo que hasta hoy, en su vieja relación con el mundo del fútbol, no había reparado: el potrero. “Camino a la gloria”, el producto ideado por la empresa Cuatro Cabezas, emitirá su primer capítulo en Canal 13 el próximo sábado a las 21. Pero, en realidad, todo comienza hoy en el Campo de Polo, entre las 7 y las 9 de la mañana. Recién a las 10, cuando las puertas del Campo se hayan cerrado definitivamente y ya no entre ni un alfiler, Mario Pergolini –factótum y cara visible del proyecto– hablará a los inscriptos y terminarán de definirse los últimos detalles. Entonces, “Camino a la gloria” seguirá el camino de reality shows como “Super M” y “Popstars”, entre otros. El ganador tendrá “la oportunidad de probar sus talentos en un club profesional europeo (que se mantiene también en estricta reserva), un auto cero kilómetro y un contrato de representación hacia el futuro”, según Débora Cosovschi, quien desde su cargo de productora ejecutiva del programa maneja a unas 350 personas entre el equipo técnico, la producción y el cuerpo médico.
Si todo va bien y sale un grupo de buenos jugadores del semillero, la televisión habrá logrado resumir años de trabajo y búsqueda de archivos de imágenes de antaño que tenían que realizar los programas deportivos. Podrán decir que fue el mismo programa el que los descubrió y el que filmó paso a paso el surgimiento de los nuevos cracks del milenio. Y todo, con los derechos exclusivos de antemano. “Vamos a trabajar con un cuerpo técnico dirigido por el brasileño Delem, quien ‘descubrió’ a Ortega y a Saviola, entre otros, y con Horacio Daguerre como preparador físico. Además habrá un jurado que recorrerá el Campo de polo, todo el tiempo.” Página/12 pudo saber que la preselección de los jugadores se realizó luego de ver entrenar a los chicos, después de leer el informe técnico y de recorrer la visualización de las cuantiosas grabaciones. “Muchos de los inscriptos han llegado desde el interior del país en estos días para participar, así que esperamos que la participación sea abarcativa de todo el territorio nacional”, dice Cosovschi.
Que la televisión es una fábrica de sueños no es ninguna novedad. Pero sí que el ganador de un concurso televisivo termine concretando sus deseos de probar suerte en un club europeo, luego de cuatro meses de programa. Las huestes futboleras que ya se han anotado para participar con ansias de Mundial comenzarán a ser seleccionadas por el amplio equipo de producción con un estilo diferente del que se utilizó en “Super M”, que “sólo” reunió a 3500 personas el primer día de grabación en el mismo campo. En concreto y según Cosovschi, “el programa mostrará cómo los jóvenes trabajan para formarse como jugadores de fútbol. Contaremos historias de vida de cada uno, sus sueños, esperanzas y expectativas. Con el tiempo irán quedando eliminados y uno sólo se llevará el premio”. Pergolini conducirá el programa desde el lugar de los hechos.
Si todo sale bien, las estrellas de la televisión se convertirán en futbolistas. Y si todo sale mal, la tele encontrará rápidamente un segundo tiempo para tomarse revancha. O un gol de oro que la salve a último momento.