Hay quienes dicen que para poder entender el tango hay que pasar los 40. Que a cierto tipo de angustia existencial que lo define sólo se la respeta después de sufrirla en carne propia. Están también los que oponen críticas airadas a lo que consideran una flagrante discriminación etaria. Lo que seguramente es cierto es que quienes no vivieron la época de oro del género, el apogeo de las grandes orquestas y compositores, se perdieron gran parte de la cuestión. Y que el origen y desarrollo del tango necesitan ser estudiados en profundidad para un acercamiento más cabal. Más allá de las edades, los egresados terciarios y universitarios que se animen a embarcarse en este aprendizaje tienen una oportunidad de completar estudios formales sobre el tema con la Diplomatura Superior en Tango, la primera de este tipo con carácter oficial, creada por el Centro Cultural Konex, mediante un convenio con la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Una suerte de posgrado en tango, para no improvisar en materia de 2x4.
En palabras del escritor, periodista y estudioso del género Jorge Göttling, director de la flamante carrera, “es verdad que el tango sólo puede abordarse desde la angustia. Pero por tratarse del fenómeno más genuino y original que haya amasado el Río de la Plata, nosotros tenemos la obligación hacer un estudio criterioso del género, además de dejarnos conmover por él. Y de compartir sueños comunes con aquellos que, además de interesarse por él, están involucrados espiritualmente con la música, la danza y la poesía del tango”. El posgrado que comenzará a dictarse el 12 de agosto próximo será gratuito, con un cupo limitado de 25 inscriptos –que serán seleccionados entre los que envíen su solicitud– y tendrá una duración de dos años, con un plan de estudios dividido en cuatro cuatrimestres. El plantel docente está compuesto por los músicos Horacio Salgán, Atilio Stampone y Osvaldo Requena, el bailarín Rodolfo Dinzel, el escritor Horacio Salas, la historiadora Ema Cibotti, el coleccionista Oscar del Priore, el periodista Sergio Pujol y el presidente de la Asociación Porteña del Lunfardo, José Gobello, entre otros.
“La prioridad es garantizar la calidad, algo que venimos haciendo desde hace 23 años, básicamente a través de nuestros premios”, explicó el presidente de la Fundación, Luis Ovsejevich, durante el acto de firma de convenio con la Secretaría de Educación porteña. Por eso los organizadores lograron que el título sea oficial, algo que habilitará a cursar la carrera a estudiantes extranjeros, cada vez más ávidos por acercarse al género. La diplomatura forma parte del plan de estudios del Instituto de Altos Estudios Culturales del Centro Cultural Konex, que el año que viene dictará también las diplomaturas en Gestión Cultural y en Turismo Cultural. Los interesados deben enviar su solicitud a la sede del Centro Cultural Konex, Córdoba 1235 (ciudad de Buenos Aires), teléfono (011) 4813-1100, y tienen tiempo hasta el 31 de julio.
Entre las materias que se dictarán figuran Introducción a la música popular, Temas del tango, Danza del tango, El tango y la cultura popular, Filosofía del tango y El tango como sistema literario, contaron ayer los responsables del plan de estudios. “La idea de la diplomatura es ofrecer un estudio sistemático del tango, como lo que es: un sistema literario, con sus claves propias, diferenciadas”, puntualizó Göttling. “La carrera pondrá énfasis en la poesía, aunque también abordaremos la danza y la música, con los bailarines y los musicazos que tenemos como docentes. En el tango han habido tantos buenos poetas como módicos letristas. Los primeros merecerían estar incorporados a la antología más selecta de los grandes poetas latinoamericanos. Cómo no van a ser reconocidos si en una sola línea pueden contar lo que a mis ancestros alemanes les hubiera tomado tres tomos de enciclopedia, pueden decir: ‘La vida es una herida absurda...’”, fraseó, citando uno de sus temas favoritos, el autor del libro Tango, melancólico testigo.