Por Oscar Ranzani

¿Se hace el 17º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata? En un marco de virtual acefalía en la Secretaría de Cultura de la Nación, la pregunta encuentra diversas respuestas según los interlocutores. Para el director artístico del festival, Claudio España, la muestra ya tiene fecha de realización: del 7 al 16 de marzo. Pero este dato no indica que finalmente vaya a realizarse. En primer lugar porque todavía no está asignado el presupuesto de 1.500.000 dólares que solicitó el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) durante la gestión de José Miguel Onaindia. Los otros impedimentos, más políticos que financieros, no son menores: la falta de un nuevo titular de la Secretaría de Cultura, órgano que debe dar el aval para que se concrete el festival, y el hecho de que tampoco se sabe quién será el próximo director del INCAA. Si a esto se le suman las versiones que indican que la Secretaría de Cultura pasaría a formar parte del Ministerio de Educación, se estiraría aún más el plazo para la resolución.
A pesar de estas dificultades, España sigue adelante con la opción optimista. Ya envió la lista de los integrantes del jurado: Angelo Badalamenti, el prestigioso compositor estadounidense responsable, entre otras, de las bandas de sonido de los films de David Lynch; Julie Corman, productora norteamericana que actualmente dirige junto a Roger Corman la compañía de cine y televisión “Concorde New Horizons”; Silvio Caiozzi, director chileno que el año pasado participó en la sección “Puntos de Vista” con su film Coronación; Diego Galán, crítico e historiador cinematográfico español; Patricia Reyes Spíndola, actriz mexicana que intervino en varias producciones de Arturo Ripstein; y Dariush Mehrjui, director iraní con más de 49 premios internacionales y 16 largometrajes.
El Festival de Mar del Plata tuvo su primera edición en 1959. Tras once temporadas, dejó de hacerse en 1970, y en 1996 fue recuperada la plaza por el entonces titular del INCAA, el menemista Julio Mahárbiz, luego procesado por las irregularidades que se detectaron en su gestión.
En diálogo con Página/12, España, designado para la edición 2000, organizada durante el gobierno de Fernando de la Rúa, explicó que está cumpliendo con los plazos que impone la Federación Internacional de Festivales de Cine. Por eso, a pesar de que todavía no hay una partida asignada, comunicó al mundo como estaba integrado el jurado. “Venimos trabajando desde el año pasado y estamos cumpliendo con las fechas preestablecidas que impone la Federación. Sesenta días antes de la realización debe estar previsto el jurado. Nosotros ya lo tenemos armado desde la época de Onaindia”.
Frente a la posibilidad de que –en vistas de la situación económica y los inconvenientes por todos conocidos– el festival sea finalmente cancelado, España señaló que no tiene “ninguna noticia de que no se haga. Por otro lado, el festival tiene un contacto internacional muy grande, por lo tanto tenemos que cumplir con normas internacionales. Estoy aquí para hacerlo y quiero que cuando venga el nuevo director del INCAA se encuentre con que el festival está al día en la fecha correspondiente”. España también aseguró que “podría ponerlo en funcionamiento ya mismo si tuviera el dinero suficiente porque en los papeles está armado en su totalidad”.
El ex titular del INCAA, José Miguel Onaindia, contó a Página/12 que “en junio del año pasado hicimos un pedido al Ministerio de Economía referido a una asignación de partida presupuestaria de 350 mil dólares para ir cubriendo los gastos durante el 2001 para la organización del Festival. Se fue insistiendo hasta diciembre. Pero hasta esa fecha no fue aceptada”. Onaindia destacó que “está todo organizado para que se haga pero es una decisión política de las nuevas autoridades decidir esto. Tiene quedesignarse un secretario de Cultura que debe decidir si el Festival cumple una función en la nueva política cinematográfica”.
El ex secretario de Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido, dijo a su vez a este diario que cree que tendría que hacerse. “No hay que pensarlo como una pérdida sino como una posibilidad de ganancia porque favorece el turismo y la exportación del cine argentino. En los dos años de mi gestión, cuando Onaindia estuvo a cargo del INCAA, el cine creció mucho en producción y exportación y eso sucede porque se ha hecho una buena gestión. Eso no hay que perderlo porque le da ganancias al país”, enfatizó Lopérfido.
La organización se hizo en conjunto con la Asociación La mujer y el cine, una entidad sin fines de lucro que también participaría en una muestra del Festival. Las cuatro secciones que lo integrarían ya están armadas: “Competencia Oficial”, “Puntos de vista”, “Sección Latinoamericana” y “La mujer y el cine”. Paralelamente a estas secciones fijas están planeados una restrospectiva de Leopoldo Torre Nilsson y una muestra del cine político latinoamericano de las décadas del 60 y del 70.