ESPECTáCULOS
En “El gran cuñado VIP”, el dueño de casa eligió imitarse a sí mismo
Marcelo Tinelli es uno de los “personajes” del ciclo, que este año reúne a doce famosos en una mansión al estilo de un reality show.
› Por Mariano Blejman
La televisión tiene una costumbre que se potenció en los últimos tiempos: hablar de sí misma. Y qué mejor momento que éste, cuando todo parece caerse en el país, para juntar a un grupo de estrellas que se dedican a “actuar” de sí mismas. La “farándula” quiso meterse toda junta en una casa similar a la de “Gran Hermano” (incluso con el mismo conductor del ciclo real) y ver si la pléyade de actores –imitadores bien dispares– puede salvar a Marcelo Tinelli del segundo lugar en el rating, puesto al que quedó relegado por primera vez en mucho tiempo. El lunes comenzó el nuevo sketch “El Gran Cuñado VIP”, que reúne a doce famosos en una casa al estilo de un reality show. Sin embargo, nada de esto fue suficiente para Tinelli: en la franja de 21 a 22, “El Show de VideoMatch” midió 26.5 puntos de rating según Ibope, contra los 27.8 de “Son amores”, ahora imbatible competidor de Canal 13.
La parodia es un arma poderosa cuando suele usarse con ingenio. Y Tinelli, desde la producción, no reparó en gastos para presentar con bombos y platillos a los famosos que quedarán encerrados en “la casa” durante algunas semanas. El público estuvo presente llenando las tarimas desde temprano, y el mundillo del chimento televisado no faltó al espectáculo (“Rumores”, “Intrusos”, “Indomables”): el primer actor en llegar fue Adrián (Suar), presentado por Tinelli como “el número uno de la televisión actual”. El actor se amparó en la sátira para decir “¿Querés que diga ‘Son amores’? ¿O no lo digo nada?”, ante la carcajada del conductor al que se le retorcía el estómago de ¿risa?
Los imitadores apuntaron más a demostrar gestos, maneras y peinados que a meterse en terrenos que revelarían quiénes serán de ahora en adelante. Moria (Casán) apareció pulposa y extrovertida, tirándole besos a cámara y saludando a los camarógrafos, mientras que Gerardo (Sofovich) bajó de una Ferrari –que no era de utilería– con su maletín de “Gran Cuñado VIP” y su acostumbrada cara malhumorada. Nicolás (Repetto) bajó de su Bus acompañado de los habituales cuerpitos desnudos que tenía en su programa y se dio el lujo de ganarle a Tinelli en el juego del corchito. El personaje de Daniel (Hadad) apareció en un camión de transporte de caudales e ingresó al estudio custodiado por dos policías armados, que lo cuidaron durante todo el tiempo a una distancia prudencial. “Vengo a comprar Telefé”, dijo Daniel, y puso su mano en la pera para una nueva risa de Tinelli. Jorge (Rial) llegó en un colectivo 60 cargado de sobres con chismes. Susana (Giménez), en cambio, apareció en una moto conducida por un supuesto Jorge “Corcho” Rodríguez, novio todopoderoso. “¿Vas a volver a la televisión?”, le preguntó Tinelli, y Su sólo se dedicó a reír, acompañada de su perro Jazmín.
Si la parodia puede llegar a un extremo, el de imitarse a sí mismo puede ser el mayor de los permisos que puede darse un conductor de televisión. El imitador de Marcelo (Tinelli) llegó a ese umbral. Bajó de una limousine y se encontró con el verdadero Tinelli, a quien le dijo: “¡Por qué gritás tanto!”, al mismo tiempo que imitaba la risa de su jefe y se agachaba en el gesto habitual en Tinelli de tomarse la panza. Mauro (Viale) bajó de una ambulancia a las trompadas y se quiso agarrar con gente del piso, mientras que la otra Susana (Roccasalvo), llegó acompañada del verdadero Carlos Monti. Mirtha (Legrand) fue la acartonada antesala del último de los invitados, quien llegó a reírsele en la cara a Tinelli: Mario (Pergolini) miró hacia los costados y dijo: “¡Qué chiquito tenés el estudio, vieja!”.
Así, con todos los famosos en casa (encarnados por los actores Freddy, Yayo, José María, Campi, Roberto Peña, Nain, Hijitus, Fernando Ramírez, Almada, Alvaro Navia y Rodrigo Rodríguez) durante ocho semanas, los habitantes serán eliminados uno por uno mediante llamados telefónicos. En tanto, la producción de Tinelli intentará revertir los números del ratingque no lo favorecen y, además, se asegura un rebote gratuito: ¿Cómo no esperar que cada imitado haga algún comentario en su propio programa?