Todavía no está claro si serán parte de una forma novedosa de hacer arte por TV o si, como pensaba el pintor español Francisco Goya, crearán “monstruos imposibles, los que nacen de las fantasías desprovistas de razón”. Lo cierto es que, por estas horas, decenas de personas anónimas concurren al estudio que los fotógrafos Gabriel Rocca y Andy Cherniavsky tienen en Palermo Hollywood y se someten a la miradas indiscretas y al blanco de los flashes. Sueñan con la fama y están dispuestos a cumplir con la única condición que se les pide para concretar el pasaje del espacio doméstico al público: desnudarse frente a las cámaras. Las imágenes de ese desfile de personas mostrando la piel, y del trabajo de dos de los fotógrafos que hasta el año pasado estuvieron a cargo de los portfolios a actores y personalidades del medio artístico en “Sábado Bus”, se verá en “Fantasías”, a partir del sábado 24 a las 22, por Canal 13.
El canal apuesta sus fichas a su nuevo reality bajo la premisa de que buena parte del público se sentirá tentado por la exhibición de cuerpos aceitados en pantalla. Los hay de distintos tamaños y de formas variadas. Longilíneos y regordetes, de músculos tonificados y carnes fláccidas, de piel oscura y traslúcida, peludos y lampiños. Y aunque tanto sus dueños como los fotógrafos dicen que se proponen conseguir buenas fotos tomando como modelo a la gente común y corriente, es innegable que quienes se muestran pretenden gustar: encarnar, cada uno desde su lugar, las fantasías de quienes los miran, del tipo que fuesen.
Algunos se proponen seducir en un sentido netamente sexual. Pero muchos otros, decididos a divertirse y a divertir, juegan con la ironía y sus anatomías imperfectas. Entre los personajes que posan hay un comandante de a bordo evidentemente aburrido de las formalidades, un animador de fiestitas infantiles poco conservador, una mujer que se propuso reconquistar a su marido a través del deseo que pueda despertar en otros hombres, y un diariero con ganas de convertirse por un día en drag queen. También una embarazada de silueta envidiable, una pareja despareja, un muchacho que fantasea con vestirse de militar, un chico que pesa 180 kilos –que representa, junto a otro chico que respondió a la convocatoria, la imagen de La piedad– y una mujer que muestra parte de su cuerpo disfrazada de Jack el Destripador. Lo que está claro es que, a diferencia de otros ciclos del género como “Gran Hermano”, “Popstars”, o “Camino a la gloria”, “Fantasías” apunta a gente que asume su cuota de voyeurismo con absoluta naturalidad.
Rocca y Cherniavsky aseguran que a partir de este proyecto modificaron muchos de sus parámetros de belleza. “Las hay de características muy distintas y nuestro desafío es descubrir lo mejor que cada uno tiene para mostrar”, dicen. “Intentamos encontrar la belleza de los que se acercan, no solo desde el punto de vista estético y perfeccionista, sino desde lo que puede resultar divertido, simpático o audaz”. El resultado, sostienen, va a ser un muestrario de diferentes tipos de personas, un abanico de posibilidades estéticas, “un libro de gente común”.
En cada programa, el público conocerá a ocho personas, parejas o grupos seleccionadas por un jurado, a partir de la extensa lista de los que hayan enviado su solicitud a la dirección www.fantasias.terra.com.ar. De esas ocho personas, cuatro –los más sugerentes, atractivos, impactantes u osados– tendrán la posibilidad de posar frente a los fotógrafos, que trabajarán sobre la puesta en escena ideal para que los participantes protagonicen la fantasía deseada. Una sola de esa fotos por semana pasará a la final. La decisión de esa elección quedará a cargo del jurado y del público, que puede votar en la red. Al término de las doce semanas que durará el ciclo (en ese lapso se habrán visto 48 portfolios) se elegirá al ganador. Los doce finalistas participarán, junto a doce famosos, de unaproducción especial con guión, puesta en escena y vestuario diseñados para el caso, e integrarán un calendario de fotos que se expondrá en el Museo de Arte latinoamericano. Al final de este camino, al ganador lo esperan un auto y una serie de viajes con que se premiarán su audacia y su buena disposición a la hora de liberarse, en plena temporada invernal, de pesados ropajes.