ESPECTáCULOS
› EXPRESIONISMO CON MUSICA EN VIVO EN EL MALBA
“La partitura es la película”
El guitarrista Fernando Kabusacki coordina un grupo de nombre grandioso que musicaliza en vivo proyecciones de clásicos del cine.
› Por Diego Fischerman
La musicalización de films, mudos y de los otros (si se cuenta el engendro pergeñado por Philip Glass en contra de Drácula, que se presentó el año pasado en el Festival de Buenos Aires), es una tendencia que va ganando lugar en el panorama del arte contemporáneo. El rescate de la música con la que se presentó originalmente Los Nibelungos de Lang y los trabajos de Martín Matalón para Metrópolis, del mismo director, y El Perro Andaluz, de Buñuel, en un extremo y el mencionado Glass en el otro delimitan un territorio que va de lo sublime a lo impresentable. Ahora, varios de los músicos más interesantes de la escena actual porteña, coordinados por el guitarrista Fernando Kabusacki, está entregado a la aventura de hacer la música en vivo de muchas de las películas que forman parte de la notable muestra que se está llevando a cabo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), dedicada al expresionismo y sus secuelas.
El grupo que aporta la música de veinte de las proyecciones de un total de cuarenta y dos títulos –que se prolongará hasta el próximo 1º de setiembre–, se llama, pomposamente, National Film Chamber Orchestra. Y el nombre es, claro, un chiste. “Nos resultó divertido bautizar al grupo con un nombre tan hollywoodense”, dice el guitarrista. La orquesta del caso es un grupo bastante heterogéneo que incluye, además del propio Kabusacki en guitarras eléctrica y sintetizada, samples y programaciones, a Juana Molina en teclados y programaciones, Marcos Cabezaz en vibrafón, xilofón y percusión, Juan Carlos “Mono” Fontana en teclados y samples, Lautaro Guida en bajo eléctrico, Sergio Bulgakov en sitar y tablas, Eduardo Prado en clarinete, Damián Nisenson en saxo barítono, tenor y sopranino, Mussa Phelps en teclados, bandejas, samples y programaciones, Marisa Salas en voces y coros, Jorge Vargas en contrabajo eléctrico y Sami Abadi en violín eléctrico. A ellos se suman, como invitados, los grupos El Colectivo Eterofónico, dirigido por Santiago Vázquez, y el cuarteto de guitarras eléctricas Nova Electrocámara.
Las funciones musicalizadas serán las de hoy a las 22.30, con el Fausto de Murnau (1926) y mañana a las 23, con Misterios de un alma (1926), y a las 0.45, con Lulú-La caja de Pandora (1928), ambas de Pabst. El sábado tendrán música La última carcajada de Murnau (1924), a las 16, El Golem de Boese y Wegener (1920), a las 18.00, Varietede Dupont (1925), a las 20, y El Gabinete del Dr. Caligari, de Wienem (1920), a las 22 y a las 24. Las últimas funciones con música serán las del domingo 25. Nosferatu de Murnau (1922) a las 18, Fausto a las 20, y Gente en domingo, de Ulmer y Siodmak (1929), a las 22, completan la oferta. “Hace años vi en Nueva York un afiche que decía ‘cine mudo, música sonora’ y pensé que había que hacer algo así. Empezamos haciendo dibujos animados con los que yo tocaba en vivo, solo. La idea de este ciclo la tuvimos junto a Fernando Peña, de la filmoteca de Buenos Aires. Convocamos gente, a todos les gustó la idea, y el proyecto tomó forma. No hay nada escrito, la partitura es la película”, explica Kabusacki. “A lo sumo hay algún leit-motiv, algo que puede ser de Debussy, o de Bartók, o de Stravinsky”. El objetivo final, dice, es no interferir con las películas. “Más bien se trata de contenerse. La idea en estos casos no es lucirse sino hacer que la película funcione mejor. Lo interesante es que estas músicas están lejos de ser anodinas. En muchos casos, cuando después las escuchamos, las músicas se sostienen de manera autónoma. Precisamente vamos a editar en CD la que hicimos sobre Fausto.”