El 23 de enero de este año se cumplieron dos siglos y medio de su nacimiento. Muzio Clementi, célebre entre los alumnos de piano de todo el mundo por algunas de sus obras, fue mucho más que un compositor de piezas fáciles para estudiantes. Considerado por muchos como el padre del piano moderno, tiene en el argentino Aldo Antognazzi uno de sus más fervientes defensores. Una década atrás, el pianista comenzó una tarea titánica y en ese momento única en el mundo: la grabación de la obra completa de Clementi (ahora otro sello discográfico ha encarado una segunda integral). Y el próximo sábado 24, a las 20.30 y en la misma sala en la que se registró ese primer disco (el Auditorio de Belgrano, en Virrey Loreto y Cabildo), Antognazzi festejará ambos acontecimientos, los 250 años de Clementi y los diez de su plan de grabaciones dedicadas a este autor. Junto a él estarán el violinista Rafael Gintoli y el violoncellista Claudio Baraviera y en el programa se incluirá una de las obras preferidas de Antognazzi, la Sonata Op. 13 Nº 6 que él considera “un anticipo de la Appasionata de Beethoven”. Es precisamente el gesto romántico, que lucha con el purismo formal del compositor, una de las cosas que más seduce al pianista. “Clementi era, además de compositor, empresario, fabricante de pianos, editor de música, docente y hasta astrónomo. Era una mente avanzada y eso también se nota en su música.”